La restricción de energía intermitente puede mejorar los resultados en personas con obesidad y diabetes tipo 2
La restricción de energía intermitente, la alimentación con restricción horaria y la restricción energética continua pueden mejorar los niveles de azúcar en sangre y el peso corporal en personas con obesidad y diabetes tipo 2.
Estas son las conclusiones de un estudio que se presentó el pasado fin de semana en el congreso de endocrinología de San Francisco, California. “Este estudio es el primero en comparar los efectos de tres intervenciones dietéticas diferentes: la restricción energética intermitente (REI), la alimentación con restricción horaria (TRE, por sus siglas en inglés) y la restricción energética continua (REC) en el manejo de la diabetes tipo 2 con obesidad”, afirma el Dr. Haohao Zhang.
Si bien los investigadores identificaron mejores niveles de HbA1c y los eventos adversos fueron similares en los tres grupos, el grupo de restricción energética intermitente mostró mayores ventajas en la reducción de la glucemia en ayunas, la mejora de la sensibilidad a la insulina, la disminución de los triglicéridos y el fortalecimiento de la adherencia a las intervenciones dietéticas.
“La investigación completa el análisis comparativo directo de la restricción energética intermitente 5:2 con una dieta con restricción de 10 horas en pacientes con obesidad y diabetes tipo 2. Los hallazgos proporcionan evidencia científica para que los profesionales clínicos elijan estrategias dietéticas adecuadas al tratar a estos pacientes”, comenta el doctor.
Zhang y sus colegas realizaron un ensayo clínico aleatorizado, controlado con grupos paralelos, entre noviembre de 2021 y noviembre de 2024. Así, 90 pacientes fueron asignados aleatoriamente en una proporción 1:1:1 al grupo REI, TRE o REC, con una ingesta calórica semanal constante en todos los grupos. Un equipo de nutricionistas supervisó la intervención de 16 semanas.
De los participantes, 63 completaron el estudio: 18 eran mujeres y 45 hombres, con una edad promedio de 36,8 años, una duración media de la diabetes de 1,5 años, un IMC basal de 31,7 kg/m² y una HbA1c del 7,42 %.
Al final del estudio, no se observaron diferencias significativas en la reducción de la HbA1c ni en la pérdida de peso entre los grupos REI, TRE y REC. Sin embargo, la disminución absoluta de la HbA1c y del peso corporal fue mayor en el grupo de restricción energética intermitente.
En comparación con los grupos de alimentación con restricción horaria (TRE) y restricción energética continua (REC), el de restricción energética intermitente (REI) redujo significativamente la glucemia en ayunas y los triglicéridos, y aumentó el índice de Matsuda, una medida de la sensibilidad a la insulina en todo el cuerpo. Los niveles de ácido úrico y enzimas hepáticas no mostraron cambios estadísticamente significativos con respecto al valor inicial en ninguno de los grupos de estudio.
Dos pacientes del grupo REI y del grupo TRE, y tres del grupo REC, experimentaron hipoglucemia leve. El grupo de restricción energética intermitente presentó la tasa de adherencia más alta (85 %), seguido del grupo de estricción energética continua con un 84 % y el grupo de alimentación con restricción horaria con un 78 %. Tanto el grupo IER como el CER mostraron diferencias estadísticamente significativas en comparación con el grupo TRE.
Zhang afirma que estos hallazgos resaltan la viabilidad y la eficacia de las intervenciones dietéticas para personas con obesidad y diabetes tipo 2.
