El consumo de frutos secos, como almendras y nueces, se ha asociado con efectos antiinflamatorios en particular a través de la modulación de la expresión de citocinas e interleucinas implicadas en el proceso inflamatorio
Un nuevo estudio español revela cómo las adipocinas y la inflamación crónica derivadas de la obesidad podrían influir en la respuesta a ciertos fármacos para el tratamiento de la artritis reumatoide, lo que abre la puerta a terapias más personalizadas