¿Sabemos realmente de dónde viene lo que comemos? Con esta pregunta arranca la campaña promovida por la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) dentro del marco de una Iniciativa Ciudadana Europea promovida entre otros por Asaja y Coldiretti, que busca lograr un cambio legislativo real en la Unión Europea: que el etiquetado del origen sea obligatorio en todos los alimentos que entren en el mercado común.
La propuesta, registrada oficialmente en el sistema de iniciativas ciudadanas de la Comisión Europea, tiene como objetivo garantizar que los consumidores europeos tengan acceso a una información clara, transparente y veraz sobre el origen de los productos que consumen. Además, se reclama que todos los alimentos, tanto los producidos dentro como fuera de la Unión Europea, cumplan los mismos estándares medioambientales, sanitarios y laborales que se exigen a los productores europeos.
La campaña parte de una reivindicación sencilla pero poderosa: los ciudadanos tienen derecho a saber qué están comprando, de dónde viene, cómo se ha producido y en qué condiciones. Este derecho a la información "es clave no solo para tomar decisiones responsables de consumo, sino también para proteger la salud de las personas, el futuro del planeta y el tejido productivo local".
ASAJA anima a toda la ciudadanía a apoyar esta iniciativa, "que representa un paso adelante hacia una Europa más justa, coherente y comprometida con la transparencia alimentaria".