La Comisión Europea ha dado luz verde a la solicitud de España de registrar el nombre Miel de Asturias (IGP). Cabe destacar que, el año pasado, la Unión Europea (UE) aprobó una norma para que el etiquetado de la miel especificase los países de origen, pues se sospechaba que parte de la miel importada de países no pertenecientes a la comunidad europea estuviese adulterada con azúcar.
Por otra parte, la miel amparada por la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Miel de Asturias es aquella miel producida íntegramente en el Principado de Asturias, a partir de la flora y vegetación existente en la misma. Esta miel se caracteriza por tener un color ámbar (que va del ámbar claro al ámbar muy oscuro), aromas y sabores muy intensos y profundos, así como una textura densa debido a su bajo contenido en humedad.
La Miel de Asturias puede clasificarse en distintos tipos: agrupaciones florales, que incluye miel de bosque, de costa y de montaña; y miel monofloral, que comprende la miel de roble, eucalipto, castaño, brezo, calluna y madroño.
Hay que subrayar que la miel amparada procedente de colmenares ubicados en Asturias podrá denominarse Miel de Asturias siempre y cuando cumpla con las características fisicoquímicas, melisopalinológicas y organolépticas generales recogidas en la publicación de la Comisión Europea. Además, la miel de esta región podrá ser clasificada dentro de un tipo concreto de miel cuando, además de las características generales, cumpla con las características complementarias particulares para cada uno de los tipos de miel definidos.
Los factores naturales y humanos se ven reflejados en las características fisicoquímicas, organolépticas y melisopalinológicas de la Miel de Asturias y sus diferentes tipos. Así, gracias a las características del medio natural y al sistema de producción tradicional que se lleva a cabo, nos encontramos con los siguientes valores de los parámetros indicadores de la calidad y espectros polínicos específicos de este producto.
Primeramente, los estudios del espectro polínico de la Miel de Asturias permiten su diferenciación respecto a mieles que presentan pólenes de determinadas especies de flora melífera muy características, bien sean silvestres o cultivadas, producidas en otras zonas geográficas, incluyéndose lavandas (Lavandula sp.), olivo (Olea europaea), azahar (Citrus sp.), tomillo (Thymus sp.), girasol (Helianthus annus) o colza (Brassica napus).
Por otro lado, posee valores bajos característicos de hidroximetilfurfural (HMF), indicativo de frescura y de una forma de producción artesanal al no emplearse altas temperaturas durante su extracción ni envasado, no someterse a procesos de pasteurización ni mantener la miel durante largos periodos de almacenamiento. Por todo ello, la Miel de Asturias se caracteriza por tener niveles de HMF inferiores a 30 mg/kg.
Finalmente, contiene valores de humedad bajos, indicativo de que la miel ha madurado adecuadamente. Al tratarse de explotaciones con métodos de trabajo no intensivo, se procede a la extracción de la miel cuando el porcentaje de operculado o sellado de las celdas del mismo cuadro es elevado. Es importante resaltar que se trata de mieles con porcentajes de humedad inferiores al 18,5 %, con la excepción de la miel de madroño, que puede llegar al 20 %, y la miel de calluna, que puede llegar al 23 %.