Las personas con psoriasis, una enfermedad de la piel, suelen tener una inflamación invisible en el intestino delgado, con una mayor tendencia al "intestino permeable", según muestra una nueva investigación de la Universidad de Uppsala.
Estos cambios en el intestino podrían explicar por qué las personas con psoriasis a menudo tienen problemas con el tracto gastrointestinal y un mayor riesgo de contraer la enfermedad de Crohn.
La psoriasis es una enfermedad cutánea crónica y hereditaria que también puede provocar inflamación en las articulaciones. De hecho, las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas (EII), especialmente la enfermedad de Crohn, son más comunes en pacientes con psoriasis que en la población general.
Asimismo, investigaciones anteriores también han demostrado que las personas con psoriasis tienen más problemas en el tracto gastrointestinal que la población general. Sin embargo, no se ha indagado mucho en este hecho, tal y como afirma una de las investigadoras del estudio, Maria Lampinen.
Con este trabajo, ahora se puede “demostrar que las personas con psoriasis suelen tener una inflamación oculta en el intestino delgado, con un mayor riesgo de padecer el llamado intestino permeable”, recuerda Lampinen.
En este estudio han participado 18 pacientes con psoriasis y 15 sujetos de control sanos. Ninguno de los participantes había sido diagnosticado previamente de enfermedades gastrointestinales.
Primeramente, se tomaron muestras tanto del intestino delgado como del intestino grueso y, posteriormente, los investigadores estudiaron diferentes tipos de células inmunes en la mucosa.
Se halló que los pacientes con psoriasis tenían una mayor cantidad de determinadas células inmunitarias en el intestino delgado y que las células mostraban signos de actividad promotora de la inflamación. Curiosamente, “encontramos el mismo tipo de células inmunitarias en las erupciones cutáneas de los pacientes con psoriasis, lo que sugiere que la inflamación de la piel puede tener un efecto en el intestino o viceversa”, recalca la investigadora.
Normalmente, la mucosa intestinal actúa como barrera protectora. También permite el paso de nutrientes y agua. En determinadas enfermedades autoinmunes, es posible que la barrera intestinal funcione mal, el llamado intestino permeable, lo que provoca la entrada de bacterias y sustancias nocivas que provocan inflamación. También puede causar una inflamación más generalizada a medida que las sustancias se propagan a través del torrente sanguíneo.
La mitad de los pacientes con psoriasis del estudio tenían una mayor permeabilidad de la barrera intestinal. Los mismos pacientes también informaron más síntomas gastrointestinales, como dolor abdominal e hinchazón, que los pacientes con una barrera intestinal normal. También tenían niveles elevados de sustancias inflamatorias en el intestino.
"Teniendo en cuenta que los pacientes con psoriasis en nuestro estudio tenían una enfermedad de la piel relativamente leve y no mostraron ninguna inflamación intestinal visible durante la gastroscopia, tuvieron cambios sorprendentemente claros en el intestino delgado en comparación con los sujetos de control sanos. Estos cambios podrían explicar por qué los psoriásicos suelen tener síntomas del tracto gastrointestinal y un mayor riesgo de contraer la enfermedad de Crohn", remata la investigadora.