Crean un plástico biodegradable que podría reemplazar 580 millones de envases de plástico de alimentos cada año
Una investigación realizada Australia ha desarrollado un plástico biodegradable que promete establecer un nuevo estándar de sostenibilidad para los envases de alimentos producidos en masa, como las cestas de frutas. El novedoso biocompuesto, fermentado a partir de bacterias y reforzado con fibras de madera australianas, fue producido por los expertos como una alternativa comercial a los plásticos derivados del petróleo.
Según el estudio, "el biocompuesto ha sido probado con éxito como una canastilla de fresa que se biodegrada completamente en el suelo, el agua dulce, el océano y el compost. Este es un nuevo material que ofrece todos los beneficios de sostenibilidad de un producto de origen biológico, a la vez que mantiene las mismas propiedades que los envases y contenedores de plástico producidos en masa. También era importante para nosotros crear un biocompuesto que maximice los recursos australianos y tenga el beneficio ambiental adicional de no tener que importarlo del extranjero”.
Los expertos crearon el material mezclando poliésteres biodegradables producidos por bacterias, conocidos como polihidroxialcanoatos (PHA), con fibras de madera extraídas del aserrín de pino radiata.
Plástico biodegradable para reemplazar los envases de plástico en alimentos
Los científicos seleccionaron la madera como "biorelleno" para dar cuerpo al plástico porque era abundante, tenía bajo costo y podía mejorar el estándar de vida útil final de los productos biodegradables y compostables. “Lo que mucha gente no sabe es que los bioplásticos no siempre son de origen biológico ni siempre biodegradables; existe mucho lavado de imagen verde. Si buscas una sostenibilidad total y añades ingredientes naturales a la mezcla, puedes influir en las cualidades físicas del bioplástico y su idoneidad para el uso diario. Lograr el equilibrio adecuado es muy importante”.
“Las cestas son bastante malas desde una perspectiva de sostenibilidad, pero son la única forma de enviar y vender fresas de manera efectiva sin arruinar la fruta. Hemos demostrado que podemos crear un producto que podría reemplazar aproximadamente 580 millones de envases de plástico cada año”, recalcaron los investigadores.
Los autores de la investigación indicaron que estaban recopilando datos sobre el compostaje al final de la vida útil de sus envases. Con el tiempo prevén que el biocompuesto se utilizará para una variedad de envases de alimentos y otras aplicaciones de plástico rígido y están buscando respaldo financiero para establecer la fabricación.
“El objetivo final es eliminar progresivamente los plásticos derivados del petróleo. Pero los bioplásticos desempeñarán un papel crucial como solución cuando los plásticos sean inevitables, especialmente para aplicaciones a corto plazo”, concluyeron.
