Piden al profesional de la nutrición que se involucre en el RD para garantizar comidas saludables en hospitales y residencias
Los ministerios de Derechos Sociales y Consumo, en armonía con el Ministerio de Sanidad, han anunciado este jueves el comienzo de los trámites del Real Decreto que pretende garantizar una alimentación saludable en hospitales y residencias.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha valorado de manera positiva la labor actual de los diferentes profesionales involucrados en esta variedad de menús, pero incide en que “no está garantizado en todos los lugares, y por eso necesitamos que los menús estén a la altura de nuestro Sistema Nacional de Salud”.
En esta misma línea, la ministra ha pedido a los distintos profesionales que “se involucren en las dietas de los pacientes. Sabemos que hay pacientes mayores que reciben cenas a base de galletas o bebidas azucaradas, y que en muchos de estos lugares las comidas no se adaptan a las necesidades”.
La importancia de una alimentación de calidad en entornos sanitarios
Mónica García ha recalcado la importancia del pleno funcionamiento de este Real Decreto: “Comer bien no es un lujo, es una necesidad, y se hace más presente cuando alguien está enfermo o es mayor. La ciencia ha demostrado la importancia que la alimentación tiene para prevenir y acelerar recuperaciones. La salud, la dignidad y el cuidado deben comenzar desde la bandeja la comida de un hospital o de una residencia”.
También ha valorado de manera positiva este proyecto desde una perspectiva económica, ya que “invertir recursos en la base la alimentación, supone menos días de cama, ingresos, tratamientos… Supone una mayor efectividad en el sistema sanitario y ahorro presupuestario. No solo es una cuestión de salud, sino de sostenibilidad económica”.
Por su parte, el ministro Pablo Bustinduy ha acercado el enfoque y motivo de este Real Decreto, considerándolo “un clamor social”, mediante situaciones tan cotidianas como el uso de las máquinas vending en las que “cuesta mucho encontrar alternativas saludables para poder alimentarse debidamente”, cuando hemos estado ingresados o cuidando de algún familiar.
También ha valorado de “contradictorio” el hecho de que “en un lugar al que vamos para ser curados o porque requerimos cuidados, nos den de comer comida que no cumple unos requisitos mínimos de calidad nutritiva”.
La futura normativa se enmarca dentro de las previsiones recogidas en la Ley 17/2011, de 5 de julio, de seguridad alimentaria y nutrición, y establecerá criterios mínimos de calidad nutricional y sostenibilidad que deberán cumplirse en la contratación y prestación de servicios de alimentación en hospitales y residencias, asegurando la correcta alimentación de los usuarios de centros y servicios dirigidos a personas dependientes y con necesidades especiales.
La iniciativa también responde al llamamiento que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo a los gobiernos en 2021 para que sus políticas públicas promovieran una alimentación saludable en los establecimientos públicos. El objetivo de la OMS es reducir la prevalencia de enfermedades evitables relacionadas con la dieta. Según este organismo, las enfermedades no transmisibles fueron la principal causa de muerte de al menos 43 millones de personas en 2021, lo que equivale al 75% de las defunciones (sin tener en cuenta las debidas a la pandemia en ese año). Según la Encuesta Europea de Salud en España, el 54% de la población sufre algún tipo de enfermedad crónica, sobre todo hipertensión y colesterol elevado.
