Las personas se verían incentivadas a comer dietas más sanas y sostenibles si las tasas del Impuesto al Valor Agregado (IVA) se establecieran en función de consideraciones de salud y medioambientales, según un nuevo estudio.
El nuevo estudio, publicado en Nature Food, recopiló datos sobre las tasas de IVA para los alimentos del Reino Unido y la Unión Europea (UE), y luego utilizó evaluaciones económicas, ambientales y de salud para estimar el impacto de los cambios en estas tasas.
Los autores afirman que "en lo que respecta a los alimentos, los sistemas impositivos de la UE y el Reino Unido actualmente no son adecuados para su propósito. Se necesita urgentemente un sistema impositivo moderno que aborde los desafíos críticos de salud y medio ambiente del sistema alimentario".
“Ajustar las tasas del IVA de los grupos de alimentos en función de sus impactos sobre la salud y el medio ambiente es una política que no genera pérdidas y que, al mismo tiempo, ofrece beneficios para la salud pública, el medio ambiente e incluso los ingresos del Gobierno”, aseguran.
Actualmente, en el Reino Unido la mayoría de los alimentos básicos (como carne y pescado crudo, verduras y frutas, cereales, frutos secos y legumbres) tienen un 0 % de IVA.
Sin embargo, los investigadores descubrieron que mantener una tasa cero para las frutas y verduras, y aumentar al mismo tiempo el IVA sobre la carne hasta la tasa completa (es decir, el 20 % de IVA), podría conducir a dietas más saludables al reducir el consumo de carne.
Por ejemplo, el estudio estimó que aplicar el IVA a la carne reduciría la ingesta en una porción por semana en los países de la UE y, en el Reino Unido, esta reducción se duplicaría hasta dos porciones por semana.
Esto es importante, ya que, según explican, "comer más frutas y verduras, y menos carne y productos lácteos, reduciría los casos de enfermedades relacionadas con la dieta, como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cáncer y diabetes", lo que los investigadores estiman que resultaría en 170.000 muertes menos en total en el Reino Unido y la UE.
En el Reino Unido, los beneficios para la salud ascenderían a más de 2.000 muertes menos debido únicamente a una menor ingesta de carne y productos lácteos.
Además, como en Europa y el Reino Unido se produciría y demandaría menos carne de vacuno y leche, las emisiones de gases que provocan el calentamiento global se reducirían en una cantidad equivalente.
El estudio también concluyó que las nuevas dietas serían igualmente asequibles, ya que se esperaría que los consumidores reemplazaran parte de la carne y los productos lácteos, más caros, por frutas y verduras más económicas.
Sin embargo, aunque el coste para los consumidores se mantuvo igual, el cambio en la base impositiva generaría mayores ingresos que los gobiernos podrían utilizar en otras áreas.
“Establecer tasas de IVA basadas en consideraciones medioambientales y de salud podría tener grandes implicaciones para la salud de las personas y el medio ambiente, además de generar dinero para la economía”, concluyen.