La Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados abordó en su última sesión una de las principales problemáticas en cuanto a salud pública en España: la obesidad. Los legisladores, junto con expertos, discutieron distintos aspectos sobre esta enfermedad, como la atención sanitaria que recibe, su prevalencia y cómo afecta a quienes la padecen, así como las consecuencias actuales y a futuro si no se atiende a tiempo.
Irene Bretón, doctora en Medicina, especialista en Endocrinología y Nutrición, y presidenta de la Fundación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, intervino en representación de la Alianza por la Obesidad, una iniciativa conjunta que reúne a siete asociaciones de pacientes y a seis sociedades científicas que trabajan por el reconocimiento y la mejora del abordaje de la obesidad en España. Bretón recordó que la obesidad es uno de los mayores desafíos de salud pública en el país, y que su falta de reconocimiento está limitando gravemente la respuesta sanitaria y política que merece.
"Esta falta de reconocimiento genera un estigma asociado a la propia enfermedad. Los datos del estudio ENECOVID indican que el 18,7 % de la población adulta en España tiene obesidad, y el 10 % de los menores. Si consideramos también el sobrepeso, casi el 60 % de la población española padece o está en riesgo de presentar obesidad; y esto nos sitúa como uno de los países europeos con mayor prevalencia de exceso de peso, con una tendencia al alza que es preocupante. Y se estima que de no actuar con contundencia, en el año 2030, el 37 % de la población española tendrá obesidad", explicó.
Según Bretón, todavía no se entiende que la obesidad es realmente una enfermedad, que es una alteración de los mecanismos que regulan el peso corporal con un trasfondo biológico hasta del 70 %, y que se destina toda la responsabilidad hacia la persona que la padece.
"La atención sanitaria para la obesidad en España es insuficiente, desigual y muchas veces ineficaz. No todas las comunidades autónomas tienen unidades especializadas, la coordinación entre los distintos entornos sanitarios no es la adecuada y esto genera una desigualdad en el acceso a la atención clínica", expuso la endocrinóloga.
"Actualmente ningún tratamiento farmacológico para la obesidad está financiado por el Sistema Nacional de Salud, y esto significa que aquellos pacientes que requieren tratamiento médico deben asumir el coste íntegramente, lo que deja fuera obviamente a muchas personas que no se lo pueden permitir", agregó la doctora.
De acuerdo con la médica, especialista en Endocrinología y Nutrición, la obesidad aumenta un 36 % el consumo de medicamentos y, por ello, "es necesario seguir avanzando en disponer tanto para la población infantil como adulta un plan estructural de prevención y tratamiento", además de la creación de una Estrategia Nacional de Atención Integral a la Obesidad.
La especialista resaltó que el impacto de la genética en la obesidad va del 40 al 70 %, por lo que son muy importantes los primeros años de vida o 100.000 días de vida, "porque es cuando se va a modular el metabolismo; ya no solo son nuestros genes, sino cuestiones epigenéticas que se van modulando en el útero materno y también en los primeros días de vida".
"La atención en la infancia, en la etapa precoz, es muy importante, porque allí incide lo biológico, luego ya lo social, estamos en los colegios y allí todos los planes en la escuela para identificar precozmente a estos niños que tienen un mayor riesgo desarrollado de obesidad", expresó la experta.
Asimismo, Bretón subrayó que hace falta recursos humanos, incorporar en los sistemas sanitarios a dietistas nutricionistas, ya que esta "es tremendamente dispar entre diferentes comunidades autónomas".
Finalmente, Aránzazu Sáez Sánchez, presidenta de la Asociación Española de Cáncer de Tiroides y paciente con obesidad, compartió que las personas que viven con esta enfermedad "no tenemos la sensación de que, si necesitamos acudir a un profesional, nos va a poder dar la respuesta que necesitamos".
"Cuando conocimos el Plan de Obesidad Infantil me alegré porque de aquí a 15 o 20 años a lo mejor no tendremos pacientes obesos porque hemos invertido en prevenir la obesidad. El problema ahora lo tenemos los pacientes que ahora tenemos obesidad que no estamos recibiendo el tratamiento", subrayó Sáez Sánchez.
"Lo primero sería que la obesidad sea considerada una enfermedad crónica, dotada de un plan estratégico con los profesionales expertos en tratarla y en unidades donde nos sepan guiar y aconsejar", concluyó Aránzazu Sáez Sánchez.