Un nuevo estudio canadiense sugiere que la berberina (BBR), un compuesto natural presente en la cúrcuma, podría jugar un papel clave en la prevención del cáncer de mama y en la modulación de síntomas similares a la depresión. Los investigadores han encontrado que este compuesto puede influir en la proliferación de células madre del cáncer de mama y en la regulación de la inflamación, abriendo nuevas posibilidades en la investigación oncológica y neuropsiquiátrica.
El cáncer de mama sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en mujeres a nivel mundial. Su relación con la inflamación y la neuroinflamación ha sido objeto de múltiples estudios, dado que muchas pacientes presentan síntomas depresivos durante su tratamiento. Sin embargo, esta revisión arroja una luz innovadora sobre la posible conexión entre la berberina y la disminución de ciertos factores inflamatorios clave, como la interleucina-6 (IL-6), una citocina proinflamatoria implicada en el desarrollo del cáncer y los trastornos del estado de ánimo. "Nuestro estudio mostró el potencial de la berberina en la disminución de los niveles de IL-6 en suero, y se afirmó anteriormente que IL-6 juega un papel en los trastornos psiquiátricos relacionados con el estrés", explican los investigadores.
Mirando hacia el futuro, los autores sugieren ampliar los estudios para evaluar la influencia de la berberina en la microbiota intestinal, ya que la interacción entre el intestino y el cerebro podría desempeñar un papel clave en la regulación del estado de ánimo. Asimismo, destacan la necesidad de ensayos clínicos para determinar su eficacia y seguridad en combinación con tratamientos convencionales contra el cáncer.
"Los resultados de este estudio sugieren el papel potencial de la berberina en la prevención de la formación y proliferación de células madre de cáncer de mama mediante la modulación de la expresión de IL-6 y los microARN (miARN), factores clave en la proliferación de células madre del cáncer de mama y en la respuesta inflamatoria relacionada con la enfermedad", apuntan los expertos.
Con estos avances, la berberina podría perfilarse como un prometedor "compuesto epinatural" que no solo contribuiría a la lucha contra el cáncer de mama, sino que también abriría nuevas puertas en el tratamiento de los síntomas depresivos asociados a esta enfermedad.
Este hallazgo representa un paso adelante en la búsqueda de terapias más efectivas y personalizadas, uniendo la oncología y la neurociencia en la esperanza de mejorar la calidad de vida de millones de pacientes en el futuro.