Francia notificó el pasado 27 de febrero una alerta sanitaria debido al hallazgo de Salmonella en filetes de pollo congelados procedentes de España.
Ante esta situación, calificada como de "riesgo grave" por parte de las autoridades sanitarias de la Unión Europea, el país galo ha procedido a la retirada de los alimentos del mercado.
Cabe recordar que la Salmonella es una de las principales causas de enfermedades transmitidas por los alimentos en Europa, responsable de casi uno de cada tres brotes de transmisión alimentaria.
Las infecciones entéricas debidas a la bacteria Salmonella spp. se denominan generalmente salmonelosis cuando se deben a especies de Salmonella distintas de Salmonella Typhi y Salmonella Paratyphi. Varios animales (especialmente aves de corral, cerdos, ganado y reptiles) pueden ser reservorios de Salmonella, y los seres humanos generalmente se infectan comiendo alimentos contaminados insuficientemente cocinados.
El período de incubación y los síntomas dependen de la cantidad de bacterias presentes en el alimento, el estado inmunológico de la persona y el tipo de Salmonella. En general, de 12 a 36 horas después del consumo de alimentos contaminados, puede aparecer un cuadro clínico caracterizado por fiebre, diarrea, dolor abdominal, náuseas y vómitos. Los síntomas suelen durar unos días. Debido a los efectos de la deshidratación, a veces se puede requerir ingreso hospitalario. En ocasiones la salmonelosis puede producir la defunción en personas ancianas y otras personas con patologías debilitantes. Los pacientes ancianos también son más propensos a desarrollar una infección septicémica grave.