Comer una amplia variedad de alimentos puede reducir el riesgo de cánceres gastrointestinales, según una investigación publicada en el European Journal of Cancer.
Se sabe poco sobre cómo el consumo de una amplia variedad de especies de alimentos, también conocida como biodiversidad alimentaria, puede beneficiar la salud o afectar al riesgo de cáncer. Las especies de alimentos se refieren a un tipo distinto de planta o animal, como el trigo, el pollo o el salmón. Por ejemplo, el salmón, la caballa y el atún son especies de alimentos distintas, aunque comparten algunos rasgos biológicos y pertenecen al mismo grupo de alimentos. De manera similar, la rúcula, la lechuga y las espinacas se consideran especies de alimentos distintas, aunque todas sean vegetales de hoja verde. Sin embargo, el pollo y el huevo de gallina pertenecen a la misma especie de alimentos, aunque sean tipos de alimentos diferentes.
Este estudio es el primero en examinar cómo la cantidad de diferentes tipos de alimentos consumidos, medida como riqueza de especies en la dieta (la cantidad de especies que un individuo consume por año), afecta el riesgo de los siguientes cánceres gastrointestinales: esófago, garganta, estómago, intestino, colon, recto, vesícula biliar, páncreas e hígado.
El estudio siguió a 450.111 adultos sin cáncer en 9 países europeos de la cohorte de Investigación prospectiva europea sobre cáncer y nutrición durante 14 años. Los investigadores, de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, descubrieron que las personas con dietas más variadas, al incluir más especies de alimentos en su dieta, tenían un riesgo un 23 % menor de desarrollar cánceres gastrointestinales en comparación con aquellos con una menor variedad. El riesgo disminuía un 6 % por cada 10 especies adicionales por año añadidas a su dieta. Las personas pueden lograr esto incluyendo más variedad en los tipos de frutas y verduras que comen, por ejemplo, eligiendo comer frutas y verduras locales y de temporada de diferentes colores.
La biodiversidad alimentaria incluye el consumo de distintos tipos de alimentos que aportan los nutrientes necesarios para mantener la salud. Investigar la biodiversidad alimentaria es importante porque tiene el potencial de beneficiar la salud pública y los sistemas alimentarios sostenibles.
La Dra. Helen Croker, científica del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, afirma que “las dietas se han vuelto más limitadas en cuanto a los tipos de alimentos que se consumen y suelen tener un alto contenido de grasas, azúcar y sal. Sin embargo, para la prevención del cáncer, es importante seguir una dieta sana, equilibrada y variada con abundantes cereales integrales, legumbres, verduras y frutas”.
Por su parte, la Dra. Inge Huybrechts, investigadora principal del estudio, comenta que "este estudio muestra cómo una dieta más variada, que incluya una gran variedad de especies, podría reducir el riesgo de cánceres gastrointestinales, y pone de relieve la importancia de comer una amplia variedad de alimentos. La idea detrás de una dieta variada que incluya muchos tipos de especies vegetales y animales puede proporcionar nutrientes esenciales para el cuerpo y, al mismo tiempo, fortalecer los ecosistemas, haciéndolos más resistentes, productivos y sostenibles".