Un nuevo estudio ha analizado si una dieta especializada podría mejorar los síntomas de trastornos gastrointestinales relacionados con un desequilibrio en la microbiota intestinal. Para ello, la investigación evaluó la eficacia de la dieta elemental y exploró si mejorar su sabor desagradable —una importante barrera— podría ayudar a los pacientes a adherirse al estricto protocolo de la dieta.
La dieta elemental es una fórmula líquida especial baja en grasa, diseñada para una fácil digestión y que contiene todos los nutrientes esenciales necesarios para una dieta saludable. Algunos estudios previos han demostrado que esta dieta tiene el potencial de mejorar los síntomas complejos asociados con problemas digestivos, como el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO), el sobrecrecimiento intestinal de metanógenos (IMO), la enfermedad de Crohn, la esofagitis eosinofílica y otras afecciones intestinales.
Así, es probable que la dieta funcione reduciendo la inflamación, equilibrando el microbioma intestinal, sanando el revestimiento intestinal y proporcionando una nutrición completa sin aditivos ni alérgenos que suelen irritar el intestino. Históricamente, la dieta elemental ha tenido una baja tasa de adherencia debido a su estricto protocolo y su sabor desagradable.
Cabe recordar que el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) y el sobrecrecimiento intestinal de metanógenos (IMO) suelen ocurrir cuando bacterias dañinas o microbios productores de metano proliferan descontroladamente en el intestino. Si bien los antibióticos se utilizan con frecuencia para tratar estas afecciones, no siempre son eficaces.
“Las dietas elementales están diseñadas para dar un respiro al sistema digestivo al proporcionar nutrientes de fácil absorción”, afirma Ali Rezaie, autor del estudio. “Esto reduce el estrés intestinal, ayudándolo a sanar y funcionar mejor”, remata.
Para realizar el estudio, 30 adultos de entre 18 y 85 años diagnosticados con SIBO o IMO siguieron estrictamente una versión más agradable de la dieta elemental durante dos semanas. Posteriormente, los participantes del estudio reanudaron su dieta habitual durante otras dos semanas.
Los investigadores analizaron los cambios en el microbioma intestinal, la tolerancia a la dieta, el alivio de los síntomas y los resultados de la prueba de aliento, además de realizar un seguimiento de los posibles efectos secundarios.
Los resultados fueron alentadores: la mayoría de los participantes informaron haber tolerado bien la dieta, sin efectos secundarios graves. Un hallazgo clave fue la reducción de los microbios desfavorables relacionados con problemas intestinales. Los niveles de metano también disminuyeron significativamente, y muchos volvieron a la normalidad.
Además, el 83 % de los participantes reportaron sentirse mejor, con un alivio significativo de síntomas comunes como la hinchazón y el malestar. Estos hallazgos sugieren, por tanto, que una versión más sabrosa de la dieta elemental ayudó a restablecer el equilibrio intestinal y alivió los síntomas de SIBO e IMO.
“Los resultados positivos del estudio sugieren que mejorar la palatabilidad de la dieta elemental podría hacerla más accesible y práctica para los pacientes, mejorando la adherencia y la calidad de vida de quienes enfrentan desafíos significativos con las terapias tradicionales”, afirma Mark Pimentel, también autor del estudio.