Expertos instan a las personas, especialmente a aquellas con problemas cardiacos o vasculares existentes, a buscar asesoramiento médico antes de intentar perder peso mediante dietas de ayuno basadas únicamente en agua.
Un estudio, publicado en Molecular Motabolism, examinó el impacto del ayuno prolongado (una dieta en la que las personas se abstienen de consumir calorías y, en su lugar, beben solo agua durante más de cuatro días seguidos) en la salud.
Las dietas de ayuno prolongado han ganado popularidad en los últimos años y se ha demostrado que conducen a una rápida pérdida de peso, pero se sabe poco sobre las implicaciones a largo plazo de dichas dietas para la salud.
Los autores explican que “nuestra hipótesis era que el ayuno prolongado de agua reduciría la inflamación en el cuerpo. Sin embargo, descubrimos que ocurría lo contrario: el ayuno prolongado estresaba el cuerpo y aumentaba la cantidad de proteínas proinflamatorias en la sangre, lo que podría incrementar el riesgo de problemas de salud en personas con afecciones cardiacas y vasculares preexistentes".
Para el estudio, reclutaron a 20 participantes (11 mujeres y nueve hombres) para participar en un ensayo que comprendió un ayuno de 10 días solo con agua seguido de cinco días de realimentación, observando su salud antes, durante y después del ensayo.
Si bien los participantes experimentaron una reducción promedio del 7,7 % en el peso corporal y una disminución del 6 % en la circunferencia de la cintura, también informaron experimentar síntomas como dolores de cabeza, insomnio y presión arterial baja.
“Las personas están buscando formas efectivas de controlar su peso y, si bien los efectos del ayuno solo con agua pueden ser drásticos, es necesario realizar más investigaciones para comprender el impacto de estas dietas en el cuerpo durante un periodo de tiempo más prolongado", advierten los científicos.
Para las personas con problemas de salud preexistentes, especialmente problemas cardiacos y vasculares, "recomendamos encarecidamente que consulten con su médico antes de probar dietas de ayuno", concluyen los autores.
El estudio también encontró que el ayuno acompañado de agua redujo las proteínas beta amiloide (asociadas con el desarrollo del Alzheimer) en la sangre, lo que sugiere que el ayuno prolongado podría tener beneficios neuroprotectores, aunque la evidencia actual no es concluyente y requiere más investigación para establecer posibles efectos a largo plazo sobre la salud del cerebro.