De la ansiedad al rendimiento físico: los múltiples beneficios de la ashwagandha

En los últimos años, caracterizados por un ritmo de vida acelerado, un trabajo mental intensivo y la prevalencia de factores estresantes, se observa una disminución en la duración del sueño y un aumento en los niveles de estrés. Debido a estos factores, existe un gran interés en estrategias dirigidas a mejorar la función cognitiva y el bienestar psicológico. 

La suplementación con adaptógenos, es decir, hierbas que normalizan los procesos fisiológicos y ayudan al cuerpo a adaptarse a los cambios en épocas de mayor estrés, parece ser una estrategia prometedora orientada a la salud. Entre ellas, la Withania somnifera también conocida como Ashwagandha tiene el potencial de mejorar la calidad de vida. 

Revisiones sistemáticas recientes mostraron que complementar a los adultos estresados ​​con Ashwagandha puede disminuir los niveles de cortisol matutino, lo que indica propiedades para aliviar el estrés. Asimismo, se describen posibles beneficios en problemas de fertilidad, ansiedad, trastornos metabólicos como dislipidemia, resistencia a la insulina y diabetes, función cognitiva y trastornos obsesivo-compulsivos. 

Sin embargo, aunque algunos efectos de la suplementación con Ashwagandha están bien investigados, hay escasez de datos sobre los beneficios relacionados con el rendimiento físico y los mecanismos subyacentes a su acción. 

Múltiples beneficios de la ashwagandha 

Por lo tanto, el objetivo de una nueva revisión fue recopilar datos actuales sobre los efectos de la suplementación con Ashwagandha, especialmente relacionados con el rendimiento deportivo, los efectos médicos y los mecanismos de su acción. 

Rendimiento deportivo 

Luego de revisar la literatura disponible, los autores sugieren que la ashwagandha tiene efectos beneficiosos sobre el rendimiento atlético, tanto por vías indirectas (mejora del sueño, regulación del estrés y de los niveles hormonales) como por acciones directas como propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y posiblemente la promoción de la diferenciación de las células musculares. 

En uno de los estudios incluidos, los resultados mostraron que la ashwagandha fue significativamente mejor que el placebo para mejorar la capacidad aeróbica y el rendimiento aeróbico en adultos sanos, jugadores de hockey y ciclistas de élite. 

Otro estudio, mostró que la suplementación con Ashwagandha mejoró la fuerza y ​​la potencia, medidas a través de una repetición máxima en press de banca, sentadilla y extensión de piernas, la velocidad máxima y la potencia relativa en el salto vertical y los niveles de testosterona. 

También se demostró un impacto positivo de la Ashwagandha en la aptitud cardiorrespiratoria con aumentos en el VO2máx. “En comparación con el placebo, la Ashwagandha también fue significativamente mejor para disminuir la fatiga muscular medida a través de las puntuaciones de recuperación percibida”, agregan los investigadores.

Composición corporal 

Según el nuevo estudio, la suplementación con Ashwagandha aumenta los cambios deseables en la composición corporal resultantes del entrenamiento de fuerza. 

“Se sabe que la calidad y cantidad del sueño afectan la proporción de reducción de masa grasa durante la pérdida de peso y la ganancia de masa muscular con el entrenamiento de fuerza. El impacto positivo en la composición corporal también puede explicarse potencialmente por los cambios en los niveles de cortisol y testosterona”, explican.  

Curiosamente, ensayos controlados aleatorios demostraron un impacto positivo de la suplementación con Ashwagandha en los antojos de comida bajo estrés crónico en adultos y estudiantes universitarios, arrojando luz sobre otros posibles mecanismos de acción.

Fertilidad 

La evidencia de la influencia beneficiosa de la suplementación con Ashwagandha en la fertilidad masculina es bastante prometedora dado que los expertos han identificado un aumento significativo en la concentración de esperma, volumen de semen, motilidad de los espermatozoides, testosterona y niveles de hormona luteinizante. 

“Ashwagandha disminuyó la infertilidad en hombres a través de una espermatogénesis mejorada e índices relacionados con los espermatozoides. La investigación sobre fertilidad en mujeres es más escasa, pero parece haber un potencial para que Ashwagandha aumente la función sexual, disminuya la angustia sexual y mejore los comportamientos sexuales en mujeres”, subrayan los investigadores. 

Ansiedad 

Otra área psicológica potencialmente afectada por la Ashwagandha es la ansiedad. Este es el trastorno mental más común, causando una interrupción en la salud y calidad de vida. 

La revisión sistemática temprana identificó 4 ensayos controlados aleatorios que comparaban el impacto de la suplementación con Ashwagandha en la Escala de Ansiedad de Hamilton o el Inventario de Ansiedad de Beck. En comparación con placebo, la Ashwagandha disminuyó significativamente las puntuaciones de ansiedad en 3 de 4 experimentos, aunque todos los estudios tenían un riesgo de sesgo no aclarado o alto. Las dosis efectivas variaron de 125 mg/d a 1000 mg/d. 

“Otros ensayos aleatorios confirmaron el efecto ansiolítico de la Ashwagandha tanto en participantes sanos como en adultos con Trastorno de Ansiedad Generalizada”, señala el reciente artículo. 

Salud metabólica 

Según los investigadores, debido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, “la ashwagandha tiene el potencial de beneficiar la salud metabólica”. 

Uno de los estudios citados demostró que la suplementación con ashwagandha puede mejorar la pérdida de peso, la glucemia y la hemoglobina glucosilada, lo que resulta útil en el manejo de la resistencia a la insulina o la diabetes. Se reportaron resultados igualmente beneficiosos para el perfil lipídico, es decir, la disminución del colesterol total y el colesterol LDL. También se confirmó el impacto positivo de la ashwagandha en el colesterol total y los triglicéridos. 

Función cognitiva 

Los resultados demostraron que la suplementación crónica con Ashwagandha mejoró significativamente las funciones cognitivas como la memoria de recuperación, la tasa de error total en los patrones de recuperación, la flexibilidad cognitiva, la memoria visual, el tiempo de reacción, la velocidad psicomotora y el funcionamiento ejecutivo, la atención sostenida y la velocidad de procesamiento de la información. 

Además, mencionan que “incluso la suplementación aguda con Ashwagandha (400 mg) podría presentar algunos beneficios en la mejora de la función ejecutiva, la memoria a corto plazo y el mantenimiento de la atención”. 

A pesar de los hallazgos prometedores, los autores advierten que, aunque la mayoría de los datos de investigación indican que la suplementación con Ashwagandha es segura y tolerable, se necesitan más datos para evaluar la seguridad de dosis más altas y períodos más prolongados de suplementación, especialmente con respecto a su impacto en la hepatotoxicidad.

En conclusión, la investigación muestra que la ashwagandha presenta numerosas posibles aplicaciones clínicas. Además de su impacto en aspectos psicológicos como el insomnio, la ansiedad, la depresión o el trastorno obsesivo-compulsivo, vale la pena explorar sus efectos en la fertilidad, la función sexual, la vitalidad y la función cognitiva, especialmente en personas mayores y con enfermedades cardiometabólicas.