Los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han comprometido a regular el marketing digital de la leche de fórmula y de alimentos infantiles tras una nueva resolución aprobada en la 78ª Asamblea Mundial de la Salud.
Concretamente, los países acordaron ampliar las disposiciones del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna (llamado el Código). Esta resolución parte de una propuesta lanzada por varios países, entre los que se encuentra España. ´
El Código es un acuerdo histórico de salud pública, aprobado en la Asamblea Mundial de la Salud de 1981, cuyo objetivo es proteger a los cuidadores de las prácticas de marketing agresivas de la industria de alimentos infantiles. Cabe recalcar que esta publicidad a menudo hace afirmaciones engañosas sobre los beneficios de las leches de fórmula, así como promueve alimentos infantiles poco saludables entre los padres y refuerza mitos negativos sobre la lactancia materna.
En los últimos años, han proliferado nuevas tácticas de marketing digital, por ejemplo, mediante el patrocinio de influencers, grupos de apoyo virtuales y la segmentación personalizada de mujeres embarazadas y padres primerizos en sus redes sociales. Muchas de estas promociones están financiadas por empresas de alimentos para bebés, aunque su patrocinio no se revela. Finalmente, los anuncios circulan rápidamente a través de las fronteras nacionales, lo que genera nuevos desafíos para la regulación.
En consonancia con las directrices recientes de la OMS, la resolución recientemente aprobada exige esfuerzos contundentes para desarrollar, fortalecer y coordinar la regulación del marketing digital con el fin de proteger la salud infantil. Así, insta a los países a establecer sistemas eficaces de supervisión y cumplimiento.
Hay que destacar que, pesar de la existencia del Código, un importante estudio de la OMS y UNICEF reveló que más de la mitad de los nuevos padres habían estado expuestos a promociones de empresas de leche de fórmula. En algunos países, esta cifra superaba el 90 %. En este marco, la nueva Resolución abarca la comercialización de leches de fórmula, tetinas y biberones, así como de alimentos para lactantes y niños pequeños.
Los medios digitales impactan en nuestra forma de consumir alimentos. Así, un ensayo presentado en el Congreso Europeo de Obesidad de este año concluía que la exposición a anuncios de comida basura provocaba que los niños y adolescentes consumiesen significativamente más calorías a lo largo del día, independientemente del tipo de publicidad en los medios.
En esta línea, un estudio de la Universidad de Queensland, advertía que los malos hábitos alimentarios en la adolescencia (muchos dulces, bebidas azucaradas o saltarse el desayuno) están directamente relacionados con el uso excesivo de las redes sociales.
Volviendo al tema de la nutrición infantil y de los productos para bebés, unos investigadores de Estados Unidos demostraron en un trabajo que la mayoría de las fórmulas infantiles en el mercado estadounidense contienen principalmente azúcares añadidos en lugar de la lactosa natural y más saludable que se encuentra en la base de la leche de vaca. Así, destacaban además que los padres no tienen forma de conocer esta información nutricional debido a la escasa regulación y los requisitos de etiquetado para las fórmulas estadounidenses.