Los malos hábitos alimentarios en la adolescencia (muchos dulces, bebidas azucaradas o saltarse el desayuno) están directamente relacionados con el uso excesivo de las redes sociales, según un estudio de la Universidad de Queensland.
El profesor Asaduzzaman Khan, dirigió un equipo que analizó datos de la encuesta sobre comportamiento de salud en niños en edad escolar en la que participaron 222.865 adolescentes de 41 países."Este es el primer estudio multinacional que ofrece información sobre cómo los comportamientos en las redes sociales están vinculados con las elecciones alimentarias de los adolescentes", afirmó.
“A medida que el uso de las redes sociales continúa aumentando, es importante evaluar el daño potencial que su uso puede causar a nuestros niños”, comenta el experto.
El estudio examinó el uso de las redes sociales que se definió como excesivo (uso frecuente o prolongado) o problemático (que refleja síntomas similares a la adicción con un comportamiento compulsivo e incontrolable).Ambos tipos se asociaron con una menor ingesta de desayuno y un mayor consumo de dulces y alimentos y bebidas azucaradas.
El Dr. Khan expresa que “los hallazgos reforzaron la importancia de reducir el uso problemático y excesivo de las redes sociales para ayudar a detener los malos hábitos alimenticios”.
“Estos malos hábitos alimentarios son factores de riesgo potenciales para la obesidad, el debilitamiento del sistema inmunitario, el bienestar mental y enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y los problemas cardiovasculares más adelante en la vida”, menciona.
El autor reconoce que cuestiones como el acoso cibernético, la humillación corporal y la imagen corporal negativa están más allá del alcance de este trabajo en particular, pero “sabemos por otras investigaciones que el uso excesivo de las redes sociales ciertamente afecta la salud psicosocial, el rendimiento académico y las relaciones interpersonales y familiares”.
“El desafío es cómo, como familia, como comunidad, vamos a lidiar con esto, para poder usar la tecnología sin dejar que nuestros hijos se hagan daño. No podemos simplemente vivir nuestra vida sin redes sociales o sin pantallas, pero existe la necesidad de educación en la comunidad”, enfatiza.
La investigación también analizó el consumo de frutas y verduras y descubrió que el uso problemático de las redes sociales estaba asociado con una menor ingesta de frutas y verduras, y que los adolescentes de esta categoría posiblemente comen sin pensar bocadillos poco saludables mientras se desplazan por la pantalla, con tiempo limitado para la preparación de las comidas.
Por el contrario, el uso excesivo se relacionó con una mayor ingesta de frutas y verduras, lo que puede deberse a la influencia de personas influyentes preocupadas por la salud, nutricionistas y entusiastas del fitness, informó el estudio.
El Dr. Khan sostiene que la adolescencia ofrece una oportunidad única para desarrollar y promover hábitos alimentarios saludables.“Se trata de un período caracterizado por la autonomía en la conducta alimentaria y el establecimiento de nuevos hábitos personales”, remata.