Comparan la eficacia de diferentes patrones alimentarios para la reducción del riesgo de pérdida de embarazo

La pérdida recurrente del embarazo (RPL, por sus siglas en inglés), definida como la ocurrencia de dos o más abortos espontáneos consecutivos, afecta a una proporción significativa de mujeres a nivel mundial y representa una carga emocional, psicológica y física sustancial. 

Si bien se han identificado varios factores que contribuyen a la pérdida recurrente del embarazo, incluidas las causas genéticas, inmunológicas, hormonales y anatómicas, la evidencia emergente sugiere que los patrones dietéticos también pueden influir en los resultados del embarazo. 

Entre los numerosos enfoques dietéticos, la dieta de la American Heart Association (AHA) se destaca debido a su énfasis en hábitos alimenticios saludables para el corazón, como aumentar la ingesta de frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables, al tiempo que limita el consumo de alimentos procesados, grasas trans y azúcares refinados. Esta dieta ha sido ampliamente validada por sus beneficios en la reducción de factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, la dislipidemia y la obesidad, todos los cuales se sabe que están asociados con resultados adversos del embarazo. 

Las necesidades nutricionales durante el embarazo son diferentes a las de las mujeres no embarazadas, debido al aumento de las demandas metabólicas y fisiológicas. Las guías clínicas recomiendan asesoramiento dietético individualizado basado en el estado nutricional materno y el IMC para favorecer un embarazo óptimo. 

Estudios observacionales previos han resaltado la influencia de nutrientes específicos y patrones dietéticos en los resultados del embarazo, lo que sugiere que las modificaciones dietéticas pueden desempeñar un papel significativo en la mejora de la fertilidad y el éxito reproductivo. Sin embargo, a pesar de la evidencia disponible, sigue habiendo una brecha en la investigación que compara los efectos de la dieta AHA con otros patrones dietéticos bien establecidos, como la dieta mediterránea, el Índice de Alimentación Saludable 2015 (HEI-2015, por sus siglas en inglés) o los Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión (DASH), en mujeres con pérdida recurrente del embarazo.

De esta manera, para subsanar esta deficiencia científica, un nuevo estudio observacional buscó realizar un análisis comparativo de la dieta AHA y otros patrones dietéticos, evaluando su papel en el manejo de la perdida recurrente del embarazo (RPL). 

Para ello, incluyeron a 475 mujeres con RPL, las cuales completaron un cuestionario semicuantitativo de frecuencia alimentaria para evaluar la adherencia a seis patrones dietéticos predefinidos en la preconcepción: la Dieta de la Asociación Americana del Corazón (AHA), la Dieta Mediterránea Trichopoulou (TMED), la Dieta Mediterránea Panagiotakos (PMED), la Dieta Mediterránea Alternativa (AMED), el Índice de Alimentación Saludable-2015 (HEI-2015) y los Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión (DASH). 

La pérdida del embarazo, la diabetes mellitus gestacional (DMG), los trastornos hipertensivos del embarazo y otros resultados adversos del embarazo (como, parto prematuro, bajo peso al nacer) se determinaron mediante registros médicos. 

¿Cómo afectan los patrones alimentarios al riesgo de pérdida de embarazo? 

El análisis de los resultados indicó que una mayor adherencia al patrón dietético AHA se asocia con un menor riesgo de pérdida del embarazo, diabetes mellitus gestacional (DMG), trastornos hipertensivos del embarazo y otros resultados adversos del embarazo. “Estos hallazgos sugieren que, en comparación con otros patrones dietéticos (TMED, AMED, HEI-2015, PMED y DASH), la dieta AHA puede ofrecer un efecto protector al aumentar la tasa de nacidos vivos y reducir las complicaciones del embarazo en mujeres con pérdida recurrente del embarazo”, mencionan los autores. 

Cabe destacar que tambien se observó que niveles más bajos de actividad física moderada a vigorosa, y una mayor ingesta diaria de energía y grasas durante el período preconcepcional se asociaron con un mayor riesgo de pérdida del embarazo.

Según los investigadores, “estos hallazgos refuerzan los beneficios potenciales de un patrón alimentario basado en plantas de alta calidad para apoyar la salud materno-fetal”. “A diferencia de otros índices como DASH, que enfatizan el equilibrio alimentario general, la puntuación AHA asigna mayor peso al control estricto de la ingesta de sodio (<1500 mg/día), grasas saturadas limitadas (<6 % de la energía total) y evitación estricta de carnes procesadas”. “Estos componentes pueden ser particularmente relevantes en el contexto de las vías metabólicas e inflamatorias implicadas en la pérdida gestacional y sus complicaciones”, agregan. 

Los hallazgos del nuevo estudio contribuyen a la creciente evidencia al destacar los posibles beneficios de las modificaciones dietéticas, en particular la dieta AHA, para el manejo de la pérdida gestacional recurrente.

Mecanismos implicados en los resultados 

De acuerdo a lo explicado por los investigadores, uno de los mecanismos clave a través del cual la dieta AHA puede afectar la RPL es su capacidad para mejorar los trastornos metabólicos. Las mujeres con RPL tienen un mayor riesgo de trastornos metabólicos, que incluyen resistencia a la insulina y síndrome de ovario poliquístico (SOP), ambos asociados con un mayor riesgo de aborto espontáneo. 

“Se ha demostrado que la dieta AHA, rica en fibra y grasas saludables, regula los niveles de glucosa en sangre y mejora la sensibilidad a la insulina, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de RPL en mujeres con estas afecciones metabólicas”, resaltan. 

Además, destacan que las propiedades antiinflamatorias de la dieta AHA podrían ser beneficiosas en la pérdida recurrente del embarazo (RPL). La inflamación crónica de bajo grado se ha implicado en la fisiopatología de la RPL y los patrones dietéticos que reducen la inflamación sistémica pueden mejorar los resultados del embarazo. 

De hecho, la dieta AHA, que incluye ácidos grasos omega-3 de fuentes como pescado y nueces, reduce los marcadores inflamatorios, lo que sugiere que puede ayudar a mitigar algunos de estos factores de riesgo, aumentando en última instancia la probabilidad de un embarazo exitoso. 

Por otra parte, estudios previos citados por los autores han sugerido que una alta ingesta de verduras, frutas, mariscos, productos lácteos, huevos y granos se asocia con un menor riesgo de aborto espontáneo o mejores resultados del embarazo. Sin embargo, aclaran que “la relación entre el consumo de carne roja, grasas y aceites, y sustitutos del azúcar, y el riesgo de aborto espontáneo sigue sin estar clara”. 

Además del patrón AHA, una mayor adherencia a los patrones dietéticos HEI-2015, AMED y TMED también se relacionó con menores riesgos de pérdida del embarazo, DMG y TEH, mientras que los patrones PMED y DASH no mostraron asociaciones significativas con estos resultados. Asimismo, niveles más altos de actividad física moderada a vigorosa, junto con una ingesta diaria reducida de energía y grasas, se asociaron con una mayor probabilidad de nacimiento vivo.

En síntesis, la nueva investigación demuestra que una mayor adherencia a la dieta AHA durante el período preconcepcional se asoció con menores riesgos de pérdida del embarazo, diabetes mellitus gestacional (DMG), trastornos hipertensivos del embarazo y otros resultados adversos del embarazo. 

“Estos hallazgos proporcionan información valiosa sobre el papel potencial de los patrones dietéticos saludables en la mejora de los resultados del embarazo y subrayan la necesidad de más investigación para explorar cómo estos patrones pueden afectar la fertilidad femenina”, concluyen.