Incrementan los casos de listeriosis en Europa pero se reducen en España
Europa ha visto un aumento en las cifras de infecciones por Escherichia coli productor de toxina Shiga (STEC) y Listeria. Concretamente, el año 2023 obtuvo las cifras más altas de estas infecciones desde que se iniciara la vigilancia en el año 2007, según publica el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). Sin embargo, a pesar del aumento en Europa, la listeriosis ha descendido en España.
Situación de la listeriosis en Europa
En 2023 se notificaron 2.993 casos confirmados de listeriosis en suelo europeo, con 340 fallecimientos, la cifra anual más alta registrada hasta la fecha. Cabe destacar que, en 2019, hubo 2.498 casos. Ahora bien, en España, ha habido un descenso: en 2019, se notificaron 504 casos, mientras que en el año 2023 se detectaron 428.
La listeriosis afecta principalmente a personas mayores, embarazadas, recién nacidos y personas con sistemas inmunitarios debilitados. La enfermedad se asocia a complicaciones graves, como meningitis, infecciones cerebrales e infecciones del torrente sanguíneo potencialmente mortales, lo que la convierte en una de las enfermedades transmitidas por los alimentos más graves (entre todas las que se encuentran bajo vigilancia en la Unión Europea).
Asimismo, el aumento de la población de edad avanzada, junto con los cambios en los hábitos alimentarios, como un mayor consumo de alimentos listos para el consumo, podrían estar contribuyendo a esta tendencia al alza.
Cabe destacar que la mayoría de los adultos sanos expuestos a la bacteria Listeria no presentan síntomas, pero la forma invasiva de la enfermedad puede tener graves consecuencias en las poblaciones vulnerables. Por tanto, se recomienda a las mujeres embarazadas evitar los alimentos de alto riesgo, ya que la infección puede afectar al desenlace del embarazo.
Aumento significativo de casos de STEC
Por otra parte, se notificaron un total de 10.901 casos confirmados de infección por STEC en 30 países de la Unión Europea, lo que supone un aumento del 22 % con respecto a 2022. El aumento de casos notificados se debe en parte a las pruebas de diagnóstico de laboratorio, que son más sensibles que los métodos de prueba tradicionales y permiten realizar pruebas más amplias que van más allá de grupos específicos de pacientes o tipos de síntomas.
La infección por STEC se transmite principalmente a través de alimentos y agua contaminados, o por contacto directo con personas o animales infectados. Puede causar gastroenteritis grave, enterocolitis y diarrea sanguinolenta, y en algunos casos deriva en el síndrome hemolítico-urémico (SHU), una afección grave que causa insuficiencia renal progresiva. Los niños menores de cinco años son el grupo más afectado.
Si bien el número de casos de SHU se estabilizó en alrededor de 500 casos en 2023 desde el máximo histórico de 2022, el seguimiento de las variantes altamente patógenas de STEC sigue siendo fundamental para orientar la gestión de la salud pública. Esto incluye el seguimiento de los pacientes y la mejora de las directrices de vigilancia.
Medidas de prevención y control
Para mitigar el riesgo de infecciones y brotes, el ECDC enfatiza en la importancia de: buenas prácticas de higiene en la producción y manipulación de alimentos, especialmente en entornos con animales; preparación adecuada de los alimentos, incluyendo el lavado y pelado de las verduras, la cocción adecuada de la carne y el uso de productos lácteos pasteurizados; concienciación de la población sobre la higiene de manos, especialmente en el caso de los niños que visitan granjas de animales y zoológicos, para evitar la infección por STEC; sensibilización de las poblaciones vulnerables sobre la listeriosis y los alimentos de riesgo, como el pescado y los productos cárnicos listos para el consumo.
Además, el ECDC recomienda seguir aislando muestras relevantes de pacientes con PCR positiva e informar sistemáticamente de los datos de la secuenciación del genoma completo con fines de vigilancia y gestión de la salud pública.
