La salud bucal es vital para el bienestar general y por su impacto en la nutrición, la salud física y la calidad de vida. La prevalencia de la mala salud bucal aumenta con la edad, y la caries dental se presenta casi el doble de veces en adultos mayores que en jóvenes. La caries dental no tratada puede provocar formas graves, infección, pérdida de piezas dentales, dolor y complicaciones sistémicas.
La ingesta de micronutrientes y macronutrientes es necesaria para mantener la salud e integridad de la mucosa oral y los tejidos duros dentales. Una nutrición adecuada previene la enfermedad periodontal y la caries dental, y una deficiencia de nutrientes esenciales puede comprometer la salud bucal, lo que genera un ciclo de retroalimentación negativa que afecta negativamente a los dientes, la mucosa oral y el periodonto.
Un micronutriente clave es la vitamina B12 y se ha documentado que los adultos mayores tienen un mayor riesgo de deficiencia de la misma debido a los cambios relacionados con la edad en el tracto gastrointestinal que afectan la absorción, la ingesta dietética insuficiente y los medicamentos que afectan su metabolismo. Esta vitamina, apoya las respuestas inmunes, que son cruciales para proteger la cavidad oral de infecciones bacterianas que pueden conducir a gingivitis o periodontitis.
A pesar de estos hallazgos, el papel de la vitamina B12 en la salud dental es aún poco comprendido. Teóricamente, su deficiencia podría influir en la salud oral al perjudicar la respuesta inmune y cambiar el microbioma oral. Además, los niveles subóptimos de vitamina B12 están asociados con una densidad mineral ósea (DMO) reducida y una DMO más baja está relacionada con aumentos en el índice de dientes ausentes, cariados, perdidos y empastados (CPOD, por sus siglas en inglés).
Dado que la deficiencia de vitamina B12 se vuelve más común con la edad, es necesario profundizar en la exploración de una posible relación entre la caries y los adultos mayores.
En este contexto, un nuevo estudio examinó la asociación entre los niveles séricos de vitamina B12 y la carga de enfermedad dental en 1907 adultos mayores (65 años o más), utilizando datos del ciclo NHANES 2011-2014. Específicamente, se buscó determinar si los niveles bajos de vitamina B12 están relacionados con las puntuaciones de CPOD.
Luego de analizar los datos, los resultados mostraron una relación significativa entre niveles bajos de vitamina B12 y puntuaciones más altas del índice de dientes ausentes, cariados, perdidos y empastados (CPOD). Según lo comentado por los autores, “estos hallazgos coinciden en gran medida con investigaciones previas que indican que un nivel deficiente de vitamina B12 afecta negativamente la salud dental”.
En cuanto a los mecanismos detrás de la asociación entre la deficiencia de vitamina B12 y el aumento de las puntuaciones CPOD, mencionan que podrían estar relacionados con el papel de la vitamina B12 en la regeneración celular, la función inmune y la salud de las mucosas, lo cual resulta esencial para mantener la mucosa oral y los tejidos de las encías.
“Los niveles inadecuados de vitamina B12 pueden conducir a una cicatrización deficiente y una mayor susceptibilidad a infecciones bacterianas que contribuyen a las caries dentales y la enfermedad periodontal. La asociación entre la deficiencia de vitamina B12 y puntajes más altos de CPOD puede reflejar la naturaleza acumulativa y progresiva de la enfermedad dental”, justifican los investigadores.
En base a los hallazgos, el nuevo estudio destaca la importancia potencial de los niveles de vitamina B12 en el cuidado dental de los adultos mayores, en particular dada la mayor prevalencia de deficiencia de vitamina B12 en esta población.
De acuerdo a los expertos, “la detección de la deficiencia de vitamina B12 como parte de las evaluaciones rutinarias de salud dental podría ayudar a identificar a las personas con mayor riesgo de enfermedad dental, lo que permitiría intervenciones específicas para prevenir un mayor deterioro”.
“Para las personas con acceso limitado a suficiente vitamina B12, las intervenciones podrían incluir modificaciones en la dieta, suplementación y aumento del consumo de alimentos fortificados con vitamina B12”, sugieren.
Sin embargo, aclaran que se requieren de estudios de intervención a futuro que evalúen los efectos de la suplementación con vitamina B12 en la progresión de la enfermedad dental dado que podrían aportar información valiosa para posibles estrategias preventivas.
En resumen, el estudio halló evidencia de que niveles más bajos de vitamina B12 se asocian con puntuaciones más altas de índice de dientes ausentes, cariados, perdidos y empastados (CPOD), lo que sugiere una mayor carga de enfermedad dental a lo largo de la vida en adultos mayores con deficiencia de vitamina B12 o niveles marginales. “Estos hallazgos subrayan la importancia de la salud dental en el manejo de las deficiencias nutricionales en las poblaciones envejecidas”, señalan al concluir su trabajo.