Los postbióticos son una categoría de productos en rápido crecimiento que se centra en la salud intestinal y otras aplicaciones, como la piel. Definidos en 2021 como "una preparación de microorganismos inanimados y/o sus componentes que confiere un beneficio para la salud del huésped", los postbióticos se diferencian de los probióticos en que no están vivos al administrarse.
A pesar del creciente interés en los postbióticos en el ámbito académico y la industria, los científicos no se han puesto de acuerdo sobre cómo abordar la complejidad de cuantificar los productos postbióticos. Una cuantificación adecuada es esencial para medir la dosis de un postbiótico y garantizar la coherencia entre los estudios científicos, pero aún no existe un estándar de oro para la cuantificación de postbióticos, a diferencia de los probióticos, que se cuantifican mediante unidades formadoras de colonias (UFC).
Un grupo de 15 científicos destacados del ámbito académico y la industria, entre los que se encuentran las españolas María Carmen Collado, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IATA-CSIC), y Empar Chenoll, del Centro de Investigación y Desarrollo ADM-Valencia, ha publicado un artículo que ofrece una guía práctica sobre la cuantificación de los posbióticos, aplicable a nivel mundial. El artículo, titulado "Postbióticos: una perspectiva sobre su cuantificación", se publicó en Frontiers in Nutrition y surgió de un grupo de trabajo de expertos de 2024 organizado por ISAPP , la Asociación Científica Internacional de Probióticos y Prebióticos.
En lugar de presentar un conjunto rígido de reglas, la publicación proporciona un árbol de decisiones para facilitar la selección de las técnicas de cuantificación más adecuadas, según el tipo de microorganismo, la integridad celular y el número de cepas presentes, a fin de garantizar que los productos postbióticos se caractericen con precisión y se puedan fabricar de forma reproducible. Dado que las mezclas postbióticas pueden contener combinaciones complejas de células muertas, fragmentos celulares y metabolitos, puede que no sea posible la caracterización y cuantificación completa de todos los componentes, pero los investigadores pueden centrarse en los componentes clave de la mezcla para garantizar la consistencia entre lotes.
“Tras publicar la definición de posbiótico en 2021, nos dimos cuenta, tras conversaciones con otros científicos, de que se necesitaba un marco armonizado para la cuantificación de posbióticos para que este campo avanzara”, afirma el primer autor, el Dr. Gabriel Vinderola, PhD de la Universidad Nacional del Litoral y el CONICET en Argentina. “Esperamos que esta publicación ayude a investigadores, organismos reguladores y fabricantes a coordinar mejor la cuantificación de los diferentes tipos de posbióticos”.
Para los científicos de la industria, este artículo presenta una selección de estrategias técnicas actualizadas que servirán para orientar el enfoque tecnológico más adecuado para la cuantificación de los componentes de su producto. También destaca cómo los futuros avances en campos como la citometría de flujo y la PCR satisfarán las necesidades de la industria.
Los autores enfatizan que las mejores prácticas para la cuantificación postbiótica probablemente evolucionarán a medida que las tecnologías y métodos de laboratorio mejoren con el tiempo. Sin embargo, el artículo proporciona un marco inicial importante que puede respaldar el desarrollo continuo de productos postbióticos a nivel mundial.