La exposición a los fenoles (sustancias químicas utilizadas en una variedad de productos de consumo y procesos industriales que pueden alterar las hormonas) durante el embarazo se asoció con cambios en los patrones de succión no nutritiva del bebé, según una reciente investigación.
La succión no nutritiva es un comportamiento común durante la infancia, en el que el bebé puede succionar un objeto que no aporta nutrientes, como un chupete. Se caracteriza por ráfagas de succión separadas por pausas para respirar.
Los investigadores pueden medir la frecuencia, la velocidad y la fuerza de la succión no nutritiva. Dado que la succión es un comportamiento presente desde el nacimiento y controlado por neuronas del tronco encefálico, es un indicador ideal del desarrollo cerebral temprano.
Durante el estudio, midieron la exposición al fenol mediante el análisis de sus niveles en muestras de orina materna recolectadas durante el embarazo. Se evaluó la succión no nutritiva en bebés de 1 a 8 semanas de edad, utilizando un chupete personalizado durante aproximadamente 5 minutos.
Las conclusiones clave incluyeron que “la exposición al bisfenol F, una alternativa común al bisfenol A o al BPA que se encuentra en algunos envases de alimentos, se relacionó con una menor frecuencia de succión de alimentos no nutritivos”. Por su parte, “la exposición al triclosán, una sustancia química antimicrobiana presente en algunos jabones, se asoció con una mayor frecuencia de succión no nutritiva”.
El nuevo trabajo científico, menciona que la exposición a otros fenoles utilizados como conservantes y en procesos industriales (propilparabeno, 2,4-diclorofenol y 2,5-diclorofenol) se asoció con una succión no nutritiva más débil. En el caso de los fenoles utilizados en protectores solares y procesos industriales (benzofenona-3, 2,4-diclorofenol y 2,5-diclorofenol) sugieren que se relacionaron con más succiones no nutritivas por minuto.
El propilparabeno, una sustancia química utilizada en algunos conservantes, se asoció con una mayor succión no nutritiva por ráfaga.
Estudios previos que vinculan cambios en los patrones de succión no nutritiva con otras exposiciones, como el estrés materno durante el embarazo y la exposición prenatal a ftalatos, también han vinculado estas exposiciones con una disminución de la función cognitiva en los bebés. Se desconocen las razones por las que se producen estas asociaciones en el cuerpo, pero podrían estar relacionadas con la alteración hormonal durante el embarazo.
“Este estudio aporta evidencia adicional de que la exposición a los fenoles puede estar relacionada con el desarrollo infantil, lo que demuestra la necesidad de seguir investigando cómo la exposición durante el embarazo afecta la salud y el desarrollo infantil”, finalizan los expertos.