El microbioma oral, es decir, el conjunto de bacterias presentes en la boca desempeña un papel fundamental en la salud humana ya que influye en el riesgo y la progresión de numerosas enfermedades desde la cavidad oral hasta el esófago y el estómago, así como en la inflamación intestinal y las infecciones de las vías respiratorias y el corazón (endocarditis). Puede servir como reservorio de patógenos inofensivos para personas sanas, pero que pueden causar enfermedades graves en personas con sistemas inmunitarios debilitados.
En este sentido, la conclusión de un nuevo estudio fue que el microbioma del tracto digestivo superior puede caracterizarse de forma fiable mediante muestras de saliva y que las personas pueden clasificarse en diferentes tipos de microbioma.
Sin embargo, “el microbioma del estómago y el intestino delgado aún está relativamente inexplorado. Para obtener muestras del estómago y el intestino delgado, los pacientes o participantes en el estudio deben someterse a una gastroscopia compleja y poco práctica. Las muestras de saliva de la boca se pueden obtener de forma mucho más sencilla”, comentan los autores.
En un estudio con 20 personas que se sometieron a gastroscopia por molestias gastrointestinales leves relacionadas con la alimentación, los investigadores pudieron identificar dos tipos estables de microbioma en la saliva, el estómago y el intestino delgado. Estas comunidades bacterianas se mantuvieron constantes en los individuos afectados desde la cavidad oral hasta el estómago y el intestino delgado, y cada una estuvo dominada por un solo género bacteriano.
Se pudo confirmar estos hallazgos utilizando un conjunto de datos que examina la composición y función del microbioma del intestino delgado en la salud y la enfermedad humanas.
De particular interés es el tipo de microbioma de la saliva, en el que predomina el género bacteriano Prevotella -7. Los participantes en ambos estudios con este perfil presentaron niveles más bajos de bacterias potencialmente patógenas, incluyendo especies asociadas con endocarditis (inflamación del revestimiento del corazón) y cáncer de colon.
También presentaron niveles más bajos del marcador inflamatorio TNF-α en la sangre. Dado que esta proteína desempeña un papel importante como citocina en muchas enfermedades inflamatorias crónicas y autoinmunes, esto podría indicar “un menor riesgo general de inflamación e infección en personas con este tipo de microbioma”.
Los resultados del nuevo estudio se basan en un método recientemente desarrollado que permite extraer conclusiones fiables sobre el microbioma incluso a partir de muestras con un bajo contenido bacteriano de saliva, estómago y duodeno.
"Debido al bajo recuento bacteriano, incluso una pequeña cantidad de bacterias, presentes en casi todas partes del entorno y en el laboratorio, puede provocar contaminación durante el procesamiento de las muestras, lo que puede distorsionar gravemente los resultados", mencionan los expertos. Para garantizar la fiabilidad de los resultados, el equipo de investigación descartó la posible contaminación mediante estrictos controles en todas las etapas del trabajo.
La base de sus análisis es el genoma bacteriano. "Utilizamos una combinación de ADN y ARN, que se encuentra en los ribosomas, las fábricas de proteínas de la célula. El ARN solo se puede aislar de microbios activos y viables", afirman.
Por ejemplo, señalan que pueden “distinguir las especies bacterianas activas en el intestino delgado de las bacterias muertas, ingeridas e inactivas de la boca o los alimentos, y describir mejor la composición de las comunidades bacterianas relevantes en el estómago y el intestino delgado".
Los resultados sugieren que “las muestras de saliva podrían utilizarse en el futuro en pruebas diagnósticas no invasivas y con repetibilidad regular para evaluar el riesgo individual de ciertas enfermedades inflamatorias e infecciosas”.
“Estos diagnósticos podrían ayudar en la práctica clínica a identificar grupos de riesgo en una etapa temprana e iniciar medidas preventivas específicas, como el tratamiento antibiótico profiláctico”, destacan los autores.
Dada la facilidad de uso y la baja carga para los pacientes, concluyen que “esto podría abrir nuevas vías para los estudios personalizados del microbioma basados en pruebas de saliva para la prevención, la detección temprana y el seguimiento de enfermedades”.