En un artículo reciente, investigadores estudiaron si los marcadores específicos de ultraprocesamiento (MUP) están asociados con la mortalidad, más allá de los vínculos establecidos entre los alimentos ultraprocesados (UPF, según sus siglas en inglés) y la mala salud.
Sus hallazgos indican que ciertos tipos de azúcar, edulcorantes, colorantes, potenciadores del sabor y saborizantes estaban asociados con un mayor riesgo de mortalidad, al igual que la ingesta general de UPF.
Los UPF son productos altamente procesados industrialmente, generalmente ricos en grasas, azúcares y sal, pero bajos en nutrientes como fibra, proteínas y vitaminas. Estos alimentos se comercializan agresivamente y se valoran por su practicidad, reemplazando a menudo opciones dietéticas más saludables.
El consumo de UPF ha ido aumentando a nivel mundial: países como el Reino Unido y los EE. UU. obtienen más del 50% de su ingesta energética total de ellos, en comparación con alrededor del 10% en Italia.
Esta tendencia es preocupante, ya que los UPF se han asociado sistemáticamente con la obesidad, el aumento de peso y numerosos efectos negativos para la salud. Por ello, varias guías dietéticas nacionales recomiendan limitar su consumo.
El procesamiento de alimentos se clasifica comúnmente mediante el sistema NOVA, que clasifica los alimentos en cuatro grupos. Los UPF pertenecen al grupo 4 de NOVA y se pueden identificar mediante MUP. Estos incluyen aditivos cosméticos como edulcorantes, saborizantes y colorantes, así como ingredientes no culinarios como aceites modificados o fructosa.
Un alimento se clasifica como UPF si contiene al menos un MUP. Si bien los UPF se han vinculado estrechamente con la mortalidad, ningún estudio ha examinado directamente si cada MUP específico contribuye por igual a estos riesgos. Esta brecha de conocimiento es crucial, ya que ciertos aditivos pueden tener consecuencias negativas para la salud, mientras que otros no.
Los investigadores utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido e incluyeron 186.744 participantes de entre 40 y 75 años tras aplicar exclusiones por afecciones preexistentes como diabetes o trastornos de malabsorción. La ingesta dietética se evaluó mediante un máximo de cinco recordatorios de alimentos de 24 horas por participante.
Se analizaron las listas de ingredientes en busca de 57 posibles MUP agrupados en nueve categorías, 37 de los cuales se encontraron en al menos un producto. Para cada alimento, se calculó un Índice de Probabilidad de Marcador (MLI) basado en la proporción de productos comerciales que contenían un MUP específico.
La proporción de ingesta de UPF o MUP específicos para cada participante se calculó en relación con la ingesta total de alimentos (expresada como un porcentaje de la ingesta total de alimentos, %TFI).
El consumo de ultraprocesados (UPF) representó un promedio del 20 % de la ingesta total de alimentos. Durante 11 años de seguimiento, se produjeron 10 203 muertes. Un mayor consumo de UPF se asoció significativamente con un aumento de la mortalidad por todas las causas, donde el riesgo aumentó más allá del nivel de ingesta.
Al examinar MUP específicos, cinco categorías mostraron fuertes asociaciones positivas con el riesgo de mortalidad en niveles de ingesta específicos: saborizantes, potenciadores del sabor, colorantes, edulcorantes y ciertos tipos de azúcares. Por el contrario, no se observaron asociaciones para los auxiliares de procesamiento, los aceites modificados, las fuentes de proteínas o la fibra.
A nivel individual, 13 marcadores específicos de ultraprocesamiento (MUP) específicos se relacionaron significativamente con la mortalidad. Estos incluyeron glutamato y ribonucleótidos (potenciadores del sabor); acesulfamo, sacarina y sucralosa (edulcorantes); agentes aglutinantes, agentes reafirmantes, espesantes (coadyuvantes de elaboración); y fructosa, azúcar invertido, lactosa y maltodextrina (azúcares).
Cabe destacar que los agentes gelificantes (coadyuvantes de elaboración) mostraron una asociación inversa con el riesgo de mortalidad.
Este estudio exploratorio es el primero en evaluar categorías amplias y MUP específicos en relación con la mortalidad, mostrando asociaciones entre un mayor riesgo de mortalidad y la ingesta general de UPF, así como de varios MUP (sabores, potenciadores del sabor, colorantes, edulcorantes y azúcares).
Los hallazgos concuerdan con la evidencia mecanicista que vincula estos aditivos con el aumento de peso, la alteración metabólica y las alteraciones de la microbiota intestinal. La asociación inversa con los agentes gelificantes (posiblemente debido al contenido de pectina) destaca una variación significativa en los efectos sobre la salud de los distintos aditivos.
“Estos resultados destacan que ciertos MUP, como saborizantes, colorantes, edulcorantes, ciertos coadyuvantes de procesamiento (p. ej., espesantes) y azúcares, son posibles impulsores de riesgos para la salud relacionados con la UPF”, concluyen los investigadores.