El uso de dosis más altas de vitamina D que las recomendadas durante cinco años no afectó la incidencia de diabetes tipo 2 en hombres y mujeres de edad avanzada, según un nuevo estudio realizado en Finlandia.
En estudios poblacionales previos, los niveles bajos de vitamina D en el cuerpo se han asociado con un mayor riesgo de diabetes tipo 2. Sin embargo, estos no concluyen directamente si el uso de suplementos de vitamina D reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Los investigadores han demostrado que "el uso de dosis superiores de vitamina D a las recomendadas reduce ligeramente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en individuos con deterioro del metabolismo de la glucosa", es decir, aquellos con prediabetes. Por el contrario, no se han observado efectos en individuos sin prediabetes. Hasta ahora, no ha habido datos de la investigación sobre los efectos del uso a largo plazo de altas dosis sobre el riesgo de diabetes tipo 2 en personas sin trastornos del metabolismo de la glucosa.
En el ensayo finlandés sobre la vitamina D entre 2012 y 2018, 2495 hombres de 60 años y mujeres de 65 años o edad superior, fueron asignados aleatoriamente durante cinco años a un grupo placebo o a otros que recibían 40 u 80 microgramos de vitamina D3 por día. En los análisis estadísticos del subestudio ahora publicado, se excluyó a 224 participantes que ya estaban tomando medicamentos para la diabetes al comienzo de la investigación.
Se recopiló información completa de los participantes sobre estilo de vida, nutrición, enfermedades y sus factores de riesgo. También se obtuvieron datos de los registros sanitarios nacionales. Aproximadamente una quinta parte fue seleccionada al azar para exámenes más detallados, y posteriormente se les tomaron muestras de sangre.
Durante los cinco años, 105 participantes desarrollaron diabetes tipo 2: 38 en el grupo placebo, 31 en el grupo que recibió 40 microgramos de vitamina D3 por día y 36 en el grupo que recibió 80 microgramos de vitamina D3 cada 24 horas. No hubo diferencias estadísticamente significativas en el número de casos entre los grupos.
En el grupo estudiado más detalladamente, de 505 participantes, el nivel de calcidiol en sangre que describe el estado de vitamina D del cuerpo, promedió 75 nmol/l al inicio, y solo el nueve por ciento tenía un nivel bajo, es decir, por debajo de 50 nmol/l. Después de un año, el nivel de calcidiol fue de 100 nmol/l en el grupo que usó 40 microgramos de vitamina D por día y de 120 nmol/l en el grupo que usó 80 microgramos de vitamina D cada 24 horas. Por otra parte, no hubo cambios significativos en el grupo placebo.
Los efectos de la vitamina D sobre los niveles de glucosa e insulina en sangre, el índice de masa corporal y la circunferencia de la cintura se examinaron durante los primeros dos años del estudio, pero no se observaron diferencias entre los grupos.
En resumen, los hallazgos del estudio refuerzan la opinión de que el uso de dosis más altas de vitamina D que las recomendadas no afecta significativamente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en personas sin prediabetes y que ya tienen un buen estado de vitamina D. Hasta el momento, no hay datos de la investigación sobre si las dosis altas de vitamina D pueden ser beneficiosas para prevenir la diabetes tipo 2 en personas sin prediabetes pero con deficiencia de vitamina D.