El proyecto WiseFood, financiado por la Unión Europea en el marco de Horizonte Europa, se ha lanzado oficialmente este mes de enero de 2025 con la visión de promover hábitos alimentarios más saludables y reducir la huella ecológica a través de tres aplicaciones fáciles de usar y basadas en inteligencia artificial.
Este proyecto tiene como objetivo capacitar a los ciudadanos para que elijan alimentos bien informados y con conciencia ecológica en el hogar. Con la coordinación del Instituto de Sistemas de Gestión de la Información del Centro de Investigación Athena, esta iniciativa de tres años reúne a 9 socios de 7 países que trabajan juntos para proporcionar datos alimentarios confiables y recomendaciones sobre nutrición, salud y sostenibilidad.
Para elegir alimentos saludables y sostenibles se requiere acceso a información precisa. Sin embargo, los ciudadanos a menudo se enfrentan a desinformación o a una sobrecarga de información en la Web y las redes sociales. El proyecto WiseFood busca abordar este desafío ofreciendo un enfoque holístico que democratice el acceso a datos confiables y brinde recomendaciones prácticas que inspiren cambios de comportamiento.
El coordinador del proyecto e investigador principal del Centro de Investigación Athena, el doctor Dimitris Skoutas, explica que “WiseFood es un proyecto con el potencial de generar un impacto sustancial en las personas y el planeta”. “Nuestro objetivo es democratizar el acceso a información confiable, relacionada con los alimentos, reuniendo diversos conocimientos, que comprenden a investigadores, formuladores de políticas, productores de alimentos, nutricionistas y más”, remarca.
Asimismo, señala que está orgulloso de “trabajar junto a los destacados expertos de nuestro consorcio y realmente creo en nuestros esfuerzos colectivos para aprovechar los datos y la inteligencia artificial para construir un sistema alimentario más sostenible”.
El proyecto desarrollará aplicaciones digitales diseñadas para la extracción de conocimiento, la optimización de recetas tanto por su valor nutricional como por su impacto ambiental, así como planes de alimentación personalizados y sugerencias de recetas que reduzcan el desperdicio de alimentos y ofrezcan alternativas más saludables y sostenibles.
Al implementar estas soluciones en entornos del mundo real -a través de Living Labs en Irlanda, Hungría y Eslovenia-, WiseFood garantizará que sus soluciones sean relevantes, adaptables y ampliamente aplicables.
La nutricionista Claire Timon, investigadora principal de WiseFood, añade que “a través de este proyecto, pretendemos aprovechar el poder de los datos y la inteligencia artificial para capacitar a los hogares para que elijan alimentos más saludables y sostenibles”. Además, “al codiseñar y evaluar las aplicaciones WiseFood en nuestros laboratorios vivientes, esta iniciativa tiene como objetivo capacitar a las personas para que tomen decisiones informadas, mejorando en última instancia la salud de la población y contribuyendo a un futuro más sostenible”.
WiseFood desarrollará tres aplicaciones: FoodScholar, una aplicación que proporciona un acceso más fácil a datos alimentarios seleccionados y confiables sobre nutrición, salud y sostenibilidad, como artículos académicos y guías oficiales; RecipeWrangler, una solución diseñada para calcular, comparar y optimizar el valor nutricional y la sostenibilidad de recetas de cocina; y FoodChat, un sistema de recomendación de alimentos que facilita un cambio de comportamiento hacia opciones de alimentos más saludables y sostenibles.
El proyecto WiseFood se dedica a desarrollar estas aplicaciones en línea con las políticas nutricionales nacionales y los estándares de sostenibilidad. Es por eso que los hallazgos de los Living Labs, donde los ciudadanos codiseñarán las soluciones con expertos, se acumularán en un documento de Guía de Mirroring para ayudar a la implementación de la aplicación en diferentes países europeos.
El proyecto ha recibido 2,85 millones de euros de financiación del programa de investigación e innovación Horizonte Europa de la Unión Europea y reúne a un consorcio de Grecia, Bélgica, Irlanda, Hungría, Eslovenia, Serbia y Países Bajos.