El uso de suplementos dietéticos es muy común hoy en día debido a su comercialización, que se centra en sus beneficios inmunológicos. Algunos ejemplos comunes de estos suplementos dietéticos incluyen vitaminas, minerales, hierbas, productos botánicos, aminoácidos y probióticos.
Sin embargo, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, el consumo de suplementos dietéticos sin una recomendación de un profesional de la salud podría ser arriesgado, ya que algunos de estos suplementos pueden interferir con los medicamentos, influir en los procesos de diagnóstico o tener efectos peligrosos durante las cirugías.
Debido a su creciente popularidad, un estudio realizado en EEUU se ha propuesto investigar el consumo de estos suplementos. Concretamente, han investigado la prevalencia del uso de suplementos dietéticos para prevenir resfriados o reforzar el sistema inmunológico, a la vez que han examinado si las afirmaciones de las etiquetas -cuyos mensajes sobre la “inmunidad” pueden ser engañosos- o las recomendaciones de los profesionales de la salud influyen en el uso de suplementos para los beneficios inmunológicos percibidos.
Las conclusiones del estudio, en que se analizó a 15.560 personas entre los años 2017 y 2020. El estudio revela que aproximadamente 1 de cada 9 residentes de EEUU consume un suplemento dietético por los beneficios percibidos para la salud.
La primera razón del consumo es prevenir resfriados o reforzar el sistema inmunológico, y la segunda razón más común para consumir estos suplementos es mantener la salud o mantenerse sano.
Este estudio arroja un dato importante: la prevalencia del uso de suplementos dietéticos por los beneficios inmunológicos percibidos debido a una recomendación médica, así como el uso de suplementos dietéticos exclusivamente por los beneficios inmunológicos percibidos, fueron generalmente bajos. Ahora bien, ambos aumentaron entre los adultos mayores y las personas con peor salud.
Alrededor del 60 % de los participantes que consumieron suplementos dietéticos para obtener beneficios inmunológicos informaron que eligieron un suplemento basándose en la afirmación de la etiqueta relacionada con los beneficios inmunológicos. En cambio, solo el 17 % informó haber consumido estos suplementos basándose en la recomendación de un profesional de la salud.
Por otra parte, los autores demostraron que una proporción significativa de suplementos dietéticos con afirmaciones sobre la salud inmunológica tienen etiquetas inexactas y contienen ingredientes adicionales que no se mencionan en la etiqueta.
Cabe destacar que las limitaciones del estudio incluyen un posible sesgo de memoria y un error de medición debido a la dependencia de datos autoinformados y productos que podrían estar identificados erróneamente.
Como conclusión, los investigadores señalan que “debido a que muchas personas usan suplementos dietéticos por los beneficios inmunológicos percibidos, se necesita una investigación contínua en diversas poblaciones para determinar su relevancia clínica. Además, si bien los suplementos dietéticos pueden ayudar a mejorar la ingesta de nutrientes, también deben abordarse las disparidades nutricionales previas”.