La obesidad es una patología compleja y multifactorial, que surje de la interacción de factores genéticos, psicológicos, socioeconómicos, metabólicos, ambientales y conductuales.
Sus tasas son cada vez mayores, por lo que supone un importante reto mundial para la salud pública disminuir sus niveles y establecer estrategias eficaces para su prevención y tratamiento.
El abordaje de esta patología se centra principalmente en llevar a cabo modificaciones en la dieta y la actividad física, ya que ambos desempeñan un papel crucial en la promoción de la salud general y la prevención del aumento de peso. Dentro de los múltiples factores nutricionales, la vitamina D ha llamado la atención por su papel potencial en la regulación de la composición corporal, y se sugiere que un mayor consumo de vitamina D podría normalizar los biomarcadores relacionados con la obesidad. Sin embargo, en la actualidad, hay escasos estudios que examinen la relación entre la ingesta dietética de vitamina D y el perfil de composición corporal a lo largo del tiempo en humanos sigue siendo limitado.
Por ello, los investigadores Héctor Vázquez-Lorente, Jiaqi Ni, Nancy Babio y Jordi Salas-Salvadó del Departamento de Bioquímica, Alimentación y Nutrición de la Universidad Rovira i Virgili; Dora Romaguera, Jadwiga Konieczna y Alice Chaplin del Instituto de Investigación Sanitario de las Islas Baleares; Ana García-Arellano, J. Alfredo Martínez, Maira Bes-Rastrollo, Diego Martinez-Urbistondo y M. Angeles Zulet del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra de la Universidad de Navarra; Ramón Estruch y Rosa Casas del Instituto de Investigación en Nutrición y Seguridad Alimentaria (INSA-UB); Vicente Martín Sánchez del Instituto de Biomedicina (IBIOMED) de la Universidad de León; Josep Vidal y Romina Paula Olbeyra del Institut d`Investigacions Biomédiques August Pi Sunyer (IDIBAPS) de la Universidad de Barcelona; Montserrat Fitó del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM); y Marcos García-Fernández del Centro de Salud Vidriales de Zamora, han estudiado el posible papel de la vitamina D en la regulación de la composición corporal en el contexto de una intervención de pérdida de peso y mejora del estilo de vida.
Los investigadores llevaron a cabo un estudio longitudinal con una cohorte de 715 personas de edad avanzada con sobrepeso/obesidad y síndrome metabólico. La ingesta de vitamina D se evaluó a través de entrevistas con dietistas quienes les hicieron cuestionarios validados de frecuencia de alimentos de 143 ítems. Por otro lado, se analizaron las variables de composición corporal: peso corporal, masa grasa total, masa magra total, índice de masa muscular-grasa, tejido adiposo visceral e índice de grasa androide-ginoide.
Al año de comenzar el estudio, "se observó que en los participantes que tenían una mayor ingesta dietética de vitamina D se vio un incremento de la masa magra total y un mayor índice de masa muscular-grasa, mientras que disminuyó su peso corporal total, su masa grasa total y su tejido adiposo visceral", explican los autores.
Así, los expertos señalan que estos hallazgos "sugieren que sería interesante asegurar una buena ingesta de vitamina D a través de la dieta para lograr mayores cambios en la composición corporal en el contexto de una pérdida de peso y una intervención en el estilo de vida".