El ensayo de inmunoterapia con cacahuate para adultos (GUPI, por sus siglas en inglés) es el primer estudio realizado íntegramente en adultos con alergia grave para evaluar si se pueden tolerar de forma segura dosis diarias de maní tomadas bajo estricta supervisión.
Este enfoque, conocido como inmunoterapia oral, ha tenido éxito en ensayos clínicos con bebés y niños de todo el mundo. Los resultados del primer ensayo clínico en una cohorte exclusiva de adultos se han publicado recientemente en la revista Allergy por un equipo de investigación del King's College de Londres y Guy's and St Thomas' NHS Foundation Trust.
El investigador principal, el profesor Stephen Till, mencionó que “el miedo constante a las reacciones potencialmente mortales supone una gran carga para las personas con alergia al cacahuete. La única manera de controlar la alergia al cacahuete es evitarla estrictamente y tratar las reacciones alérgicas, incluso con adrenalina. Si bien se sabe que la inmunoterapia con cacahuete es eficaz en niños, este ensayo proporciona evidencia preliminar de que los adultos también pueden desensibilizarse, lo que mejora su calidad de vida. La dosis promedio tolerada de cacahuete se multiplicó por 100 durante el ensayo”.
La investigación de fase II reclutó a 21 adultos de entre 18 y 40 años con diagnóstico clínico de alergia al cacahuete en el Guy's and St Thomas' NHS Foundation Trust. La alergia se confirmó mediante una prueba cutánea, un análisis de sangre y, posteriormente, una provocación alimentaria oral. En un entorno clínico, los participantes recibieron la primera dosis de 0,8 mg de harina de maní mezclada con la comida, luego 1,5 mg 30 minutos más tarde, seguida de 3 mg otros 30 minutos más tarde.
Los participantes que toleraron 1,5 mg o 3 mg de harina de cacahuete continuaron con una dosis diaria en casa durante dos semanas. Esto equivale al 0,5-1 % de un cacahuete entero. Posteriormente, los participantes regresaron a intervalos de dos semanas para recibir dosis supervisadas de más proteína de cacahuete, aumentando de 6 mg (aproximadamente 1/40 de un cacahuete entero) a 1 g (cuatro cacahuetes enteros). Si los participantes toleraban entre 50 y 100 mg de proteína de cacahuete, se les cambiaba a cacahuetes enteros, mantequilla de cacahuete o productos derivados del cacahuete, y la primera dosis se administraba bajo la supervisión del equipo clínico.
Una vez que los participantes alcanzaron una dosis diaria de 1 g, mantuvieron esta dosis durante al menos cuatro semanas antes de someterse a una prueba de provocación alimentaria doble ciego controlada con placebo. Esta prueba consistió en administrar dosis crecientes de cacahuete o placebo (ficticio) en días separados bajo estrecha supervisión para evaluar su tolerancia. Posteriormente, los participantes continuaron con la dosis diaria durante al menos tres meses antes de abandonar el ensayo, con la opción de continuar después del estudio.
Los resultados mostraron que el 67 % de los participantes pudieron consumir al menos 1,4 g de proteína de cacahuete (el equivalente a cinco cacahuetes) sin presentar reacción. Los participantes del ensayo pudieron consumir cacahuetes a diario en casa para mantenerse desensibilizados.
“Estamos muy satisfechos con los resultados. La tasa de eficacia coincide en gran medida con la de los ensayos de inmunoterapia oral con cacahuete en niños. La siguiente etapa de la investigación consistirá en confirmar esto en ensayos más amplios, así como en identificar al grupo de pacientes adultos que probablemente se beneficiarían de la inmunoterapia oral y comprobar si puede generar tolerancia a largo plazo en este grupo de edad”, mencionan los investigadores.
La autora principal, Hannah Hunter, comenta que “vivir con alergia al cacahuete es una gran carga debido a la necesidad de una vigilancia constante y al riesgo de exposición accidental”. Situaciones cotidianas como comer en restaurantes y eventos sociales provocan ansiedad, y los pacientes comentan que la afección también afecta sus opciones de viaje y profesión. “Observamos que la calidad de vida mejoró significativamente tras la inmunoterapia oral y que el miedo a la comida también disminuyó. Muchos participantes que completaron el ensayo nos comentaron que el tratamiento les había cambiado la vida y que ya no vivían con miedo”, resalta.
Chris Brookes-Smith, un especialista en ciberseguridad de 28 años de Northamptonshire, participó en el ensayo. Le diagnosticaron alergia al cacahuete de bebé y aprovechó la oportunidad de participar. El mismo comentó que “el ensayo fue una experiencia interesante porque toda mi vida había asociado el sabor y el olor del cacahuete con el miedo y la muerte. Empecé con un poco de harina de cacahuete y yogur, y al final del ensayo podía comer cuatro cacahuetes de una sentada. Ahora, desayuno cuatro cacahuetes al día para mantener mi inmunidad. Antes, un pequeño error podía poner en peligro mi vida, pero ahora no tengo miedo de desmayarme y morir por comer comida para llevar”.
El ministro de Salud Pública, Ashley Dalton, declaró que esta investigación pionera ofrece esperanza a miles de personas que viven con alergia al cacahuete. “Durante demasiado tiempo, las personas han vivido la vida cotidiana con el temor de una exposición accidental que podría poner en peligro su vida”, agrega.
La profesora Lucy Chappell, asesora científica principal del Departamento de Salud y Asistencia Social (DHSC), enfatiza que “estos resultados marcan un hito importante en el tratamiento de las alergias y ofrecen nuevas esperanzas a los adultos con alergia al cacahuete. Los adultos que han vivido durante mucho tiempo con la carga diaria y el miedo a la exposición accidental podrían tener una vía hacia una mayor seguridad y una mejor calidad de vida”.
El profesor Adam Fox, presidente del Grupo Nacional de Estudio de Alergias y profesor de Alergia Pediátrica en el King's College de Londres, reaccionoo frente a los hallazgos del nuevo estudio y señalo que “se ha considerado que la inmunoterapia oral con alimentos es solo para niños, y existe evidencia clara de que cuanto más jóvenes se inicie, más seguros y mejores serán los resultados”.
Sin embargo, advierte que “esto no significa que los beneficios no sean válidos para los adultos, y este estudio demuestra que, para muchos, la inmunoterapia oral con cacahuete, al menos, puede marcar una diferencia significativa. Este es solo un estudio pequeño y esperamos ver estudios más amplios posteriormente, pero es una prueba de principio importante de que este podría ser un tratamiento también para adultos”.