Investigadores de Oxford han descubierto estructuras de células inmunes en el intestino que podrían impulsar la respuesta al gluten en personas con enfermedad celiaca y podrían proporcionar un objetivo para futuras terapias.
El equipo de la Universidad de Oxford, apoyado por el Centro de Investigación Biomédica NIHR Oxford (BRC), también descubrió que muchos de estos cambios en el intestino persistían a pesar del tratamiento con una dieta sin gluten, lo que sugiere que puede haber una "cicatriz" inmune en el intestino, lo que podría explicar por qué algunos pacientes experimentan síntomas continuos.
La enfermedad celiaca es una afección común que perjudica aproximadamente a una de cada 100 personas. Los síntomas se desencadenan por la exposición al gluten en la dieta. El gluten se encuentra en alimentos que contienen trigo, cebada y centeno.
Sin embargo, se desconoce por qué algunas personas desarrollan la enfermedad y otras no, ni cómo se producen los cambios observados en el intestino. Aunque los síntomas mejoran con una dieta sin gluten, esto no representa una cura.
Investigadores de la Unidad de Gastroenterología Traslacional y Hepática (TGLU) de la Universidad, el Instituto de Medicina Molecular Weatherall del MRC (MRC-WIMM) y el Centro de Genética Humana utilizaron métodos de secuenciación genética llamados transcriptómica de células únicas y espacial para estudiar cómo cambiaban los diferentes tipos de células en el revestimiento intestinal en adultos y niños con enfermedad celiaca.
Estos métodos examinan qué genes se expresan en cada célula de las muestras intestinales y en qué parte del revestimiento intestinal se encuentran estas células y genes.
La investigación demostró que, en la enfermedad celiaca, grupos de diferentes células inmunitarias se unen para formar estructuras organizadas en el revestimiento intestinal. Estas estructuras podrían contener las células inmunitarias clave que reconocen el gluten y actuan como el «centro de control» que impulsa todos los cambios observados en la enfermedad celiaca, así como «factorías» locales de la respuesta inmunitaria.
Estos cambios afectan significativamente a las células epiteliales que recubren el intestino, responsables de la absorción de nutrientes, vitaminas y minerales. El intestino también acumula linfocitos T "asesinos", responsables de gran parte del daño observado.
Michael FitzPatrick, gastroenterólogo consultor e investigador en inmunología de la División de Medicina Experimental del Departamento de Medicina de Nuffield, codirigió el estudio. Él afirma que "si bien la dieta sin gluten es la base del tratamiento de la enfermedad celiaca, no es eficaz ni viable en todas las personas".
"Nuestro estudio, que no habría sido posible sin la generosa participación de nuestros pacientes y participantes, tanto adultos como niños, arroja luz sobre cómo se comunican e interactúan los diferentes tipos de células inmunitarias en la enfermedad celiaca, y cómo pueden impulsar los problemas de absorción y los síntomas que enfrentan los pacientes. Nuevos tratamientos podrían dirigirse a las vías de señalización entre estas células inmunitarias para reducir la inflamación intestinal", comenta FitzPatrick.
Un hallazgo sorprendente de los investigadores fue que muchos de estos cambios intestinales persistieron a pesar del tratamiento con una dieta sin gluten. Esto podría representar una cicatriz inmunitaria en el intestino, que podría ser la causa de los síntomas persistentes en algunos pacientes y la razón por la que los síntomas pueden reaparecer tan rápidamente tras una exposición accidental al gluten.
La bióloga computacional del MRC-WIMM y codirectora del estudio, Agne Antanaviciute, añade que "muchas personas con enfermedad celiaca presentan problemas con síntomas persistentes a pesar de sus mejores esfuerzos por seguir una dieta sin gluten. Esta «cicatriz» inmunitaria en el revestimiento intestinal que hemos descrito podría estar contribuyendo a sus síntomas persistentes, y esperamos que los hallazgos de nuestro estudio conduzcan a nuevos tratamientos para nuestros pacientes".
“Estos hallazgos muestran en detalle cómo los diferentes componentes del intestino responden juntos en la enfermedad celiaca y ofrecen nuevos objetivos para la terapia, así como potencialmente una cura", concluye.