Las mujeres embarazadas con enfermedad hepática esteatótica asociada a disfunción metabólica (MASLD, según sus siglas en inglés) tienen un mayor riesgo de dar a luz prematuramente y el aumento del riesgo no puede explicarse por la obesidad, según un nuevo estudio publicado en la revista Clinical Medicine.
Se estima que hasta tres de cada diez personas a nivel mundial padece MASLD, anteriormente denominada enfermedad del hígado graso no alcohólico. Los factores de riesgo comunes son trastornos metabólicos como la diabetes tipo 2 y el sobrepeso u obesidad. La enfermedad se ha vuelto cada vez más común, incluso entre mujeres en edad reproductiva. Investigadores han estudiado la asociación entre la MASLD materna y los resultados del embarazo y el parto neonatal.
El estudio se basa en datos de registros suecos e incluye un total de 240 nacimientos de mujeres con MASLD y 1140 nacimientos emparejados de mujeres de la población general. Las mujeres con MASLD tuvieron más del triple de probabilidad de dar a luz prematuramente. El riesgo no aumentó con la gravedad de la MASLD y el aumento del riesgo persistió incluso en comparación con mujeres con sobrepeso u obesidad sin MASLD conocida.
“Esto sugiere que la asociación no se debe únicamente a un IMC elevado, sino que la propia enfermedad hepática puede tener efectos negativos”, explica la autora principal, Carole A. Marxer. “Es importante que las mujeres embarazadas con MASLD reciban un seguimiento estrecho durante el embarazo para reducir el riesgo de complicaciones. También se debería considerar la posibilidad de añadir recomendaciones específicas para embarazadas a las guías clínicas para MASLD”, agrega.
Las mujeres con enfermedad hepática esteatótica asociada a disfunción metabólica (MASLD) también presentaron un riesgo 63 % mayor de cesárea que el grupo control. Sin embargo, esto parece explicarse por un IMC elevado, ya que no se observó un aumento del riesgo en comparación con las mujeres con sobrepeso u obesidad sin enfermedad del hígado graso.
“También vale la pena señalar que no encontramos ningún aumento del riesgo en las mujeres con MASLD de tener hijos con malformaciones congénitas o de tener hijos que murieran al nacer”, afirma el autor principal.
A pesar del amplio ajuste para una variedad de factores de confusión y varias otras fortalezas de este estudio, como la información completa del IMC entre las madres, los autores no pueden descartar que el mayor riesgo pueda haber sido influenciado por otros factores.