La desnutrición relacionada con la enfermedad (DRM, por sus siglas en inglés) es un problema de salud generalizado asociado con una mayor mortalidad, en particular en poblaciones vulnerables como los ancianos y aquellos con enfermedades crónicas, como el cáncer. El estado nutricional deficiente debilita el sistema inmunitario, perjudica la cicatrización de heridas y exacerba el riesgo de infección, todo lo cual contribuye a mayores tasas de mortalidad.
Los criterios de diagnóstico más ampliamente aceptados para DRM incluyen la Evaluación global subjetiva (SGA, por sus siglas en inglés) y los criterios de la Iniciativa de liderazgo global sobre desnutrición (GLIM). La pérdida muscular, también relacionada con la sarcopenia, es un componente crítico en la evaluación nutricional de pacientes con enfermedades crónicas.
En este contexto, las evaluaciones morfofuncionales han surgido como herramientas esenciales para una evaluación integral de la composición y función corporal en pacientes desnutridos. Estos métodos proporcionan una imagen más precisa del estado nutricional de los pacientes desnutridos, más allá de los indicadores tradicionales. Por lo tanto, abordar la desnutrición es fundamental para mejorar los resultados del paciente. Una vez que se detecta la desnutrición, se vuelve crucial determinar la intervención nutricional específica necesaria.
Una posible intervención, que también tiene una buena puntuación en cuanto a adherencia, es el uso de suplementos nutricionales como el suplemento nutricional oral proteico de alto contenido calórico, así como otros suplementos, como el β-hidroxi-β-metil-butirato (HMB). El HMB es un metabolito activo de la leucina, que es uno de los tres aminoácidos esenciales de cadena ramificada. Se ha visto que los suplementos enriquecidos con HMB mejoran el pronóstico en pacientes desnutridos al promover la recuperación de la masa muscular y reducir el riesgo de complicaciones relacionadas con la desnutrición.
Sin embargo, los efectos a largo plazo del uso de este suplemento en la recuperación, la masa muscular y la mortalidad no se comprenden bien. Es por ello que, un reciente estudio en el que participaron Isabel Vegas-Aguilar, Rocío Fernández-Jiménez, Isabel Cornejo-Pareja, María Del Mar Amaya-Campos, Patricia Guirado-Peláez, Natalia Montero-Madrid, Álvaro Vidal-Suárez, María Ángeles Martín Fontalba, Víctor Simon-Frapolli, Francisco J. Tinahones y José Manuel García-Almeida del Departamento de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, buscó evaluar el efecto de un programa de recuperación nutricional de seis meses con recomendaciones dietéticas, ejercicio y suplementos orales específicos enriquecidos con HMB (HMB) en 135 pacientes con desnutrición tras seis meses de seguimiento.
Los resultados obtenidos proporcionan “evidencia convincente del impacto significativo de la adherencia a un suplemento nutricional en diversos resultados de salud en una población en riesgo de desnutrición y sarcopenia”. “La asociación observada entre alta adherencia y mejor supervivencia, así como las marcadas diferencias en los parámetros morfofuncionales entre los grupos de alta y baja adherencia, subrayan el papel crítico de las intervenciones nutricionales en esta población vulnerable”, destacan los autores.
Las intervenciones nutricionales mejoraron la mayoría de las medidas corporales. Sin embargo, el mayor impacto se observó en el grupo de alta adherencia, en el cual mejoraron significativamente sus medidas corporales en comparación con el grupo de baja adherencia, además de tener mejores tasas de supervivencia que el grupo de baja adherencia. “Este estudio subraya la relevancia de la adherencia a los suplementos nutricionales en pacientes desnutridos”, mencionan.
El ángulo de fase es un marcador reconocido de desnutrición relacionada con enfermedades, con reducciones en su valor asociadas con mayor mortalidad y peores perfiles metabólicos, nutricionales y de progresión de la enfermedad en pacientes desnutridos. En el presente estudio, los investigadores observaron una mejora estadísticamente significativa en el ángulo de fase con la suplementación nutricional, lo cual explican que haría referencia a “una mayor integridad celular y una posible recuperación funcional”.
El área transversal del recto femoral (RF-CSA, según sus siglas en inglés) es un indicador pronóstico significativo de mortalidad en pacientes con cáncer, ya que los valores más bajos de RF-CSA se asocian de forma independiente con un mayor riesgo de mortalidad, lo que subraya su relevancia clínica para la evaluación nutricional y la predicción de resultados en la desnutrición relacionada con la enfermedad.
“El aumento en RF-CSA observado en nuestro estudio subraya la importancia de la intervención nutricional para la recuperación de la masa muscular en pacientes desnutridos. Las mejoras en RF-CSA son particularmente relevantes, ya que el músculo recto femoral es un predictor crítico de la fuerza funcional y la movilidad, factores que afectan directamente la calidad de vida y el pronóstico clínico”, sugieren los investigadores.
Si bien los mecanismos exactos que subyacen a los efectos beneficiosos del suplemento nutricional aún no se han dilucidado por completo, los expertos proponen varias explicaciones plausibles. El suplemento podría haber actuado aportando nutrientes esenciales y haber ayudado a corregir deficiencias nutricionales y a mejorar el estado nutricional general, lo que propicia una mejor reparación y función tisular. La inflamación crónica se asocia con el envejecimiento, la desnutrición y la sarcopenia. El suplemento podría haber ejercido efectos antiinflamatorios, mitigando así las consecuencias negativas de la inflamación sobre la masa y la función muscular.
“Cabe destacar que, por primera vez, informamos de una fuerte asociación entre los cambios en el ángulo de fase y la fuerza de prensión manual y la reducción de la mortalidad a medio plazo, lo que subraya el valor pronóstico de estos indicadores y respalda la relevancia de las estrategias de monitorización de la adherencia en la atención habitual”, enfatizan.
En resumen, este estudio sugiere que un programa estructurado de recuperación nutricional con suplementos orales enriquecidos con HMB, combinado con recomendaciones dietéticas y ejercicio adaptado, mejora significativamente la supervivencia y los parámetros morfofuncionales clave en pacientes desnutridos. Se observaron mejoras notables en el ángulo de fase, el área transversal del recto femoral, la fuerza de prensión manual y la movilidad funcional, lo que refleja una mejor recuperación nutricional y funcional. Estos beneficios fueron más pronunciados en pacientes con alta adherencia al tratamiento, lo que destaca el papel crucial del cumplimiento para lograr resultados óptimos.
Los autores finalizan su trabajo resaltando que “estos hallazgos respaldan la implementación de programas integrales de apoyo nutricional en la práctica clínica y enfatizan la necesidad de mayor investigación para optimizar las estrategias a largo plazo”.