La Sociedad Italiana de Nutrición Humana lanza una nueva pirámide de la dieta mediterránea
La dieta mediterránea no es solo un régimen nutricional, sino un estilo de vida que integra habilidades, conocimientos y tradiciones, respetando la tierra y la biodiversidad. Hoy en día, esta dieta también sirve como modelo para abordar los desafíos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con especial atención a la educación y a las generaciones más jóvenes.
Reconocida por la UNESCO, en el año 2010, como patrimonio cultural mundial, la dieta mediterránea promueve una alimentación equilibrada y sostenible. Y, para conmemorar el 15º aniversario de este reconocimiento, la Sociedad Italiana de Nutrición Humana (SINU) la ha vuelto a destacar.
Así, durante el 45º Congreso Nacional del SINU, celebrado el pasado mes de mayo en Salerno, varios expertos presentaron una nueva versión de la pirámide de la dieta mediterránea. La decisión de actualizar las versiones anteriores de la pirámide surgió a raíz de nuevas y significativas evidencias científicas sobre la relación entre la dieta mediterránea y las enfermedades crónicas, así como del informe de la FAO-OMS sobre dietas saludables y sostenibles y del informe de la Comisión EAT-Lancet sobre sistemas alimentarios sostenibles.
También se analizaron dos documentos italianos clave: las Guías para una Alimentación Saludable en Italia, publicadas por el CREA (Centro de Investigación en Alimentación y Nutrición), y los Valores de Referencia Dietéticos de Nutrientes y Energía para la población italiana (SINU, LARN – 5.ª revisión).
Esta guía visual actualizada está diseñada para ayudar a las personas, especialmente a los niños y a las familias, a seguir una dieta más saludable y sostenible. Además, la nueva pirámide otorga aún más importancia a los alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y aceite de oliva virgen extra, a la vez que recomienda reducir el consumo de carne roja y procesada.
Dieta mediterránea entre niños y adolescentes
Las investigaciones demuestran que seguir la dieta mediterránea se asocia con numerosos beneficios para la salud, como un menor riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes, cáncer y otras enfermedades crónicas. Sin embargo, los estudios también muestran que, especialmente entre niños y adolescentes, muchos no consumen suficientes alimentos saludables como verduras, frutas y cereales integrales. Muchos también dejan de consumir leche y productos lácteos, lo que puede provocar deficiencias nutricionales.
Varios factores contribuyen a mejorar los hábitos alimentarios de los niños, como comer en familia, almorzar en la escuela, dormir lo suficiente, mantenerse físicamente activo y tener padres bien informados e involucrados en la elección de alimentos. Por otro lado, las barreras incluyen horarios ocupados, poco interés en cocinar y desconocimiento de alimentos saludables.
La pirámide actualizada de SINU ofrece una herramienta práctica para escuelas, iniciativas de salud pública y familias. Con un diseño claro y fácil de usar, promueve la toma de decisiones alimentarias informadas, a la vez que promueve un futuro más sostenible, tanto para nuestra salud como para el planeta.
