Los alimentos funcionales han despertado interés por sus beneficios para la salud durante el envejecimiento. Diversos fitoquímicos, incluidos los presentes en los alimentos, parecen contrarrestar, al menos parcialmente, los deterioros funcionales inducidos por el envejecimiento, como el deterioro cognitivo, las modificaciones bioquímicas y de las vías moleculares, y los eventos neurodegenerativos como el estrés oxidativo crónico/persistente, la neuroinflamación, la alteración de la barrera hematoencefálica y las disfunciones mitocondriales.
Recientemente, se demostró que la suplementación a largo plazo con hojas de albahaca dulce (Ocimum basilicum) mejoraba el rendimiento de la memoria de ratones hembra de edad avanzada en la prueba de reconocimiento de objetos nuevos, y que su extracto administrado durante 8 semanas por sonda oral puede mejorar el aprendizaje y el deterioro de la memoria en ratas macho de edad avanzada.
Los modos de acción potenciales que sustentan la neuroprotección inducida por extractos como el mencionado anteriormente se han relacionado ampliamente con acciones antioxidantes y antiinflamatorias. Se observó actividad antioxidante in vitro y efectos neuroprotectores de O. sanctum sobre el daño oxidativo inducido por peróxido de hidrógeno en neuronas humanas, como la reducción de los niveles de peroxidación lipídica y la generación de especies reactivas
Algunos estudios señalaron que el proceso normal de envejecimiento está asociado con una mayor respuesta neuroinflamatoria, caracterizada por cambios en los niveles de citocinas proinflamatorias del hipocampo, como la interleucina-1β (IL-1β) y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α). En este sentido, la modulación de los parámetros de neuroinflamación por especies de Ocimum ha recibido más atención recientemente ya que su extracto revirtió los aumentos inducidos por el estrés de separación materna en la expresión de TNF-α e IL-1β en el hipocampo.
Hay evidencia sólida de deterioros de la función colinérgica durante el envejecimiento normal y de pérdida pronunciada de la transmisión colinérgica en enfermedades neurodegenerativas con implicación cognitiva, incluida la enfermedad de Alzheimer (EA). Corroborando eso, la inhibición de la acetilcolinesterasa (AChE) es una estrategia farmacológica del manejo temprano de la EA. Varias medicinas herbales/plantas medicinales/alimentos funcionales y sus compuestos bioactivos se han descrito como inhibidores de la AChE.
O. americanum presenta la actividad de inhibición de AChE in vitro más potente. Sin embargo, aunque existe considerable literatura sobre la inhibición de AChE in vitro, son relativamente pocos los estudios que informan sobre estos efectos anticolinesterasa.
Considerando que varias especies de Ocimum han mostrado acciones neuroprotectoras preclínicas, que los usos tradicionales son similares entre las especies de Ocimum y que Ocimum americanum posee actividades antioxidantes y anticolinesterásicas in vitro, un nuevo trabajo se propuso evaluar los efectos neuroprotectores del extracto de etanol de Ocimum americanum (OAEE) y su supuesto modo de acción en el tejido hipocampal, centrándose en el estrés oxidativo, la actividad de la colinesterasa y los marcadores neuroinflamatorios.
Para ello, una suplementación dietética de OAEE fue evaluada en varios parámetros bioquímicos del hipocampo, tales como el estado oxidativo, la actividad anticolinesterasa y parámetros neuroinflamatorios en ratas macho adultas jóvenes y de mediana edad avanzada.
Los hallazgos respaldan que el extracto de O. americanum tiene acción neuroprotectora, especialmente en el proceso de envejecimiento. Mecanísticamente, los autores explican que “la neuroprotección mediada por Ocimum americanum puede atribuirse a sus acciones antioxidantes y antineuroinflamatorias”.
La suplementación crónica con OAEE durante 4 semanas fue capaz de reducir el aumento inducido por la edad en los niveles de especies reactivas y los principales compuestos identificados en el aceite esencial son alcanfor, limoneno, longifoleno y cariofileno.
El tratamiento con extracto hidroetanólico de Ocimum basilicum (150 mg/kg, vía oral) durante 8 semanas previno el deterioro del aprendizaje y la memoria y disminuyó los niveles de peroxidación lipídica hipocampales y corticales en ratas macho de edad avanzada. Por lo tanto, los expertos sugieren que “el efecto de la OAEE en el daño celular puede deberse, al menos en parte, a su actividad antilipoperoxidante”.
De acuerdo con el nuevo estudio, el extracto de O. americanum fue capaz de proteger las membranas celulares y la actividad mitocondrial mejoró solo en ratas adultas jóvenes, sin ningún efecto significativo en las de mediana edad tardía.
Otro hallazgo novedoso fue que la OAEE pudo reducir el contenido de TNF-α en ratas de 3 y 16-18 meses de edad, así como los niveles de IL-1β en el hipocampo de ratas de 3 meses de edad, con un impacto modesto en animales de mediana edad tardía. “Estos resultados son relevantes ya que se describió que el perfil de citocinas inflamatorias puede estar involucrado, al menos en parte, en los deterioros relacionados con el envejecimiento”, resaltan.
La inhibición de AChE de las especies de Lamiaceae fue relacionado con efectos centrales, ya que “su mayor actividad puede implicar mayores niveles de acetilcolina y, en consecuencia, mejoras de la neurotransmisión colinérgica que es relevante en el manejo de la enfermedad de Alzheimer”.
En conclusión, las propiedades antioxidantes, en particular la inhibición de la peroxidación lipídica, y los efectos antineuroinflamatorios podrían contribuir a la actividad neuroprotectora reportada del extracto de Ocimum americanum . Este estudio proporciona evidencia in vivo que respalda el uso potencial de O. americanum como nutracéutico o alimento funcional para mitigar los cambios neurodegenerativos relacionados con la edad.
Sin embargo, para finalizar los investigadores reconocen limitaciones debido a la ausencia de evaluaciones conductuales o cognitivas, y a la ausencia de un perfil fitoquímico por lo que sugieren que “estudios futuros deberían apuntar a aislar estos constituyentes bioactivos, dilucidar sus mecanismos de acción moleculares subyacentes a sus efectos neuroprotectores y evaluar su eficacia en modelos conductuales y clínicos del deterioro cognitivo relacionado con la edad”.