"Las mujeres aún desconocen que lo que comen y beben está relacionado con sus probabilidades de desarrollar cáncer de mama"
En una nueva encuesta del Comité de Médicos por una Medicina Responsable/Morning Consult, solo el 19 % de las mujeres afirmó haber conversado con un profesional de la salud sobre el papel de la nutrición en el riesgo de cáncer de mama, ligeramente superior al 16 % del año pasado. Sin embargo, este año, menos de esas mismas mujeres mencionan específicamente la dieta al preguntarles qué medidas conocen para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
A medida que se acerca el mes de concientización sobre el cáncer de mama en octubre, los expertos realizaron una encuesta en línea a nivel nacional entre 2.022 mujeres estadounidenses.
La Dra. Kristi Funk, reconocida cirujana de cáncer de mama y experta líder en prevención de Los Ángeles, explicó que "está claro que la mayoría de las mujeres aún desconocen el mensaje vital de que lo que comen y beben está directamente relacionado con sus probabilidades de desarrollar cáncer de mama".
"Una nueva política de prevención del cáncer de mama de la Asociación Médica Estadounidense (AMA) es un gran paso para cerrar esa brecha", añadió la Dra. Funk. Adoptada en junio para educar al público sobre los beneficios de los cambios en el estilo de vida que pueden reducir el riesgo de cáncer de mama, como la actividad física regular, mantener un peso saludable, una dieta saludable a base de plantas y limitar el consumo de alcohol, también anima a los médicos a hablar regularmente con sus pacientes sobre los cambios en el estilo de vida que pueden reducir el riesgo de cáncer.
El papel de la dieta en la prevención del cáncer de mama
En los resultados de la encuesta, el Comité de Médicos observó una ligera disminución en el número de mujeres conscientes del papel que desempeña la dieta en el riesgo de cáncer de mama: un 25 % en 2025, frente al 28 % en 2024.
En este sentido, demostraron que comer frutas y verduras sigue siendo el hábito alimentario más mencionado para reducir el riesgo de cáncer de mama. Al preguntar abiertamente, el 24 % de las mujeres (frente al 23 %) menciona las verduras, y el 17 % (frente al 16 %) menciona las frutas como factores que contribuyen a la reducción del riesgo de cáncer de mama. Sin embargo, muchas menos mencionaron evitar las carnes procesadas o limitar las grasas. Cabe destacar que solo el 1 % mencionó las dietas basadas en plantas, veganas o vegetarianas como posibles medidas preventivas, lo que pone de manifiesto la continua falta de concienciación.
Los profesionales obeservaron un aumento del 4% en el porcentaje de mujeres que identificaron correctamente que el consumo elevado de soya reduce el riesgo de cáncer de mama. La idea de que los productos de soya se asocian con un mayor riesgo es un mito que se ha promovido de forma generalizada y errónea, según un estudio de 2017 en el que participaron más de 6000 mujeres con cáncer de mama. Los resultados de la investigación demuestran que el consumo de alimentos de soya como el tofu, el tempeh y la leche de soya tiene un efecto protector contra el cáncer de mama.
El Comité de Médicos, un grupo nacional de defensa de la salud sin fines de lucro formado por más de 17.000 médicos, recomendó un enfoque de cuatro frentes para prevenir el cáncer de mama: comer una dieta basada en alimentos integrales de origen vegetal , hacer ejercicio regularmente , limitar el consumo de alcohol y mantener un peso saludable.
Stephanie McBurnett, dietista registrada del Comité de Médicos, subrayó que "de manera decepcionante, las mujeres que señalaron haber discutido el papel de la nutrición en la prevención del cáncer de mama con su médico tenían una probabilidad ligeramente mayor de creer erróneamente que los productos lácteos reducen el riesgo: 16 % en 2025, frente al 9 % en 2024. Esto destaca la creciente necesidad de mensajes más claros por parte de los profesionales".
“En una nota más positiva, las personas con mayor probabilidad de afirmar que los frijoles ayudan a reducir el riesgo fueron aquellas que habían hablado con su médico sobre la nutrición como posible medida preventiva. Esta es una tendencia alentadora”, remató McBurnett.
