Un nuevo estudio sugiere que una dieta mediterránea podría ayudar a reducir el riesgo de demencia. La investigación reveló que las personas con mayor riesgo genético de padecer Alzheimer se beneficiaron más de seguir una dieta mediterránea, mostrando una mayor reducción del riesgo de demencia en comparación con quienes tenían un riesgo genético menor.
Una de las razones por las cuales el equipo decidió estudiar la dieta mediterránea es que es el único patrón dietético que se ha relacionado causalmente con beneficios cognitivos en un ensayo aleatorizado previo.
“Queríamos determinar si este beneficio podría ser diferente en personas con diferentes antecedentes genéticos y examinar la función de los metabolitos sanguíneos, las pequeñas moléculas que reflejan cómo el cuerpo procesa los alimentos y realiza sus funciones normales", explican los autores.
En las últimas décadas, se ha profundizado en el conocimiento de las bases genéticas y metabólicas de la enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas. Estas se encuentran entre las causas más comunes de deterioro cognitivo en adultos mayores. Se sabe que la enfermedad de Alzheimer tiene un fuerte componente genético, con una heredabilidad estimada de hasta un 80%.
Un gen en particular, la apolipoproteína E (APOE), se ha convertido en el factor de riesgo genético más importante para la enfermedad de Alzheimer esporádica. El tipo más común se desarrolla más tarde en la vida y no se hereda directamente con un patrón predecible.
Las personas portadoras de una copia de la variante APOE4 tienen un riesgo de 3 a 4 veces mayor de desarrollar Alzheimer. Las personas con dos copias de la variante APOE4 (denominadas homocigotas APOE4) tienen un riesgo 12 veces mayor de desarrollar Alzheimer que quienes no la presentan.
Para explorar cómo la dieta mediterránea puede reducir el riesgo de demencia e influir en los metabolitos sanguíneos relacionados con la salud cognitiva, el equipo analizó datos de 4215 mujeres del Estudio de Salud de Enfermeras, a quienes se les realizó un seguimiento entre 1989 y 2023 (edad promedio de 57 años al inicio). Para validar sus hallazgos, los investigadores analizaron datos similares de 1490 hombres del Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud, a quienes se les realizó un seguimiento entre 1993 y 2023.
En el estudio, se evaluaron los patrones dietéticos a largo plazo mediante cuestionarios de frecuencia alimentaria y analizaron muestras de sangre de las participantes para detectar una amplia gama de metabolitos. Se utilizaron datos genéticos para evaluar el riesgo hereditario de cada participante de padecer Alzheimer.
Descubrieron que las personas que seguían una dieta más mediterránea presentaban un menor riesgo de desarrollar demencia y un deterioro cognitivo más lento. El efecto protector de la dieta fue mayor en el grupo de alto riesgo con dos copias de la variante del gen APOE4, lo que sugiere que la dieta podría ayudar a compensar el riesgo genético.
“Estos hallazgos sugieren que las estrategias dietéticas, en concreto la dieta mediterránea, podrían ayudar a reducir el riesgo de deterioro cognitivo y prevenir la demencia al influir ampliamente en vías metabólicas clave. Esta recomendación es de aplicación general, pero podría ser aún más importante para las personas con mayor riesgo genético”, destacan los expertos.
Una limitación del estudio fue que la cohorte estaba compuesta por individuos con un alto nivel educativo de ascendencia europea, por lo que se necesita más investigación en poblaciones diversas.
Además, aunque el estudio revela asociaciones importantes, la genética y la metabolómica aún no forman parte de la mayoría de los modelos clínicos de predicción del riesgo de Alzheimer. Las personas a menudo desconocen su genética APOE.
"En futuras investigaciones, esperamos explorar si la focalización de metabolitos específicos a través de la dieta u otras intervenciones podría proporcionar un enfoque más personalizado para reducir el riesgo de demencia", concluyen.