Estudios experimentales han sugerido que la curcumina, un polifenol aislado de las raíces de la cúrcuma, exhibe potentes actividades antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas, antivirales, antineoplásicas y antienvejecimiento. Su potencial terapéutico se investiga intensamente en más de 100 ensayos clínicos para enfermedades crónicas como neoplasias, diabetes, obesidad y trastornos que afectan los sistemas cardiovascular, respiratorio, nervioso e inmunológico.
La cúrcuma, de la cual se extrae la curcumina, se usa ampliamente como tinte y como hierba medicinal tradicional. En forma de especia, la cúrcuma se consume en comidas de curry por millones de personas en diversas áreas del mundo. Solo estudios limitados han evaluado los posibles beneficios de las fuentes alimentarias de curcumina en la cognición humana.
Por ejemplo, las observaciones longitudinales en la cohorte de seguimiento del Singapore Longitudinal Ageing Study (SLAS) mostraron que la ingesta de curcumina en la dieta está relacionada con el mantenimiento de funciones superiores como la atención, la memoria de trabajo, la capacidad de construcción visoespacial, el lenguaje y la función ejecutiva a lo largo del tiempo.
Teniendo en cuenta estos resultados, un nuevo estudio presenta un análisis longitudinal de la asociación del consumo de curry con el desarrollo de deterioro cognitivo y deterioro cognitivo leve (DCL) y demencia a partir de 4,5 años de seguimiento de 2920 adultos mayores (libres de accidente cerebrovascular, enfermedad de Parkinson o lesión cerebral traumática al inicio) incluidos en el estudio de cohorte prospectivo SLAS.
Los hallazgos mostraron una tendencia lineal decreciente entre los niveles más altos de consumo de curry y el deterioro cognitivo. La incidencia acumulada de DCL-demencia disminuyó del 13,1 % en quienes nunca o rara vez consumían curry al 3,6 % en quienes lo consumían a diario.
“Esto indica que la curcumina dietética a través del consumo de curry se asocia con una disminución dependiente de la dosis en la incidencia del deterioro cognitivo y la demencia por deterioro cognitivo leve (DCL)”, explican los autores.
En cuanto a los mecanismos implicados, el nuevo estudio comenta que la curcumina puede reducir las especies de oxígeno radical inducidas por Aβ y suprime la escisión de la proteína precursora amiloide. “Vale la pena señalar que la curcumina restaura la plasticidad sináptica a través de la mejora de la potenciación a largo plazo en cortes de hipocampo animales”, destacan.
Uno de los estudios incluidos por los investigadores, hallo que el curry puede retrasar el deterioro cognitivo en individuos mayores con deterioro cognitivo leve y enfermedad de Alzheimer. Esto se debe a que esta preparación “atenuaba la citotoxicidad de Aβ y suprimía la fosforilación patológica de tau, mejoraba la depuración de Aβ mediada por macrófagos e inhibía de forma dosis-dependiente, tanto la nucleación como la elongación de las fibrillas de Aβ”.
En resumen, los resultados respaldan los beneficios cognitivos de la curcumina proveniente de fuentes naturales de alimentos en humanos. En base a ellos, los expertos concluyen que “una mayor ingesta de curcumina podría mejorar la salud de la población al reducir la tasa de deterioro cognitivo y el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve (DCL) o demencia”.