Los adultos con diabetes tipo 2 que siguen una dieta baja en carbohidratos pueden ver beneficios en la función de sus células beta, lo que les permitirá controlar mejor su enfermedad y posiblemente suspender la medicación, según una nueva investigación publicada en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism de la Endocrine Society.
Las células beta son células endocrinas del páncreas que producen y liberan insulina, la hormona que controla los niveles de azúcar en la sangre.
Más de 38 millones de estadounidenses tienen diabetes y más del 90 % de ellos padecen diabetes tipo 2. La diabetes tipo 2 se desarrolla con mayor frecuencia en personas de 45 años o más, pero cada vez más niños, adolescentes y adultos jóvenes también desarrollan la enfermedad.
Las personas con diabetes tipo 2 tienen una respuesta de las células beta comprometida al azúcar en sangre, posiblemente debido en parte a la ingesta excesiva de carbohidratos. La falla o insuficiencia de las células beta, sumada a la resistencia a la insulina, es responsable del desarrollo y la progresión de la diabetes tipo 2.
"Este estudio demuestra que las personas con diabetes tipo 2 que siguen una dieta baja en carbohidratos pueden recuperar sus células beta, un resultado que no se puede lograr con medicamentos. Las personas con diabetes tipo 2 leve que reducen su consumo de carbohidratos pueden dejar de tomar medicamentos y disfrutar de comidas y refrigerios con mayor contenido de proteínas y que cubran sus necesidades energéticas", afirman los expertos.
Los investigadores recopilaron datos de 57 adultos negros y blancos con diabetes tipo 2, la mitad con una dieta baja en carbohidratos y la otra mitad con una dieta alta en carbohidratos, y examinaron su función de células beta y la secreción de insulina al inicio del estudio y después de 12 semanas.
Se proporcionaron todas las comidas a los participantes. Las personas con dieta restringida en carbohidratos comieron un 9 % de carbohidratos y un 65 % de grasas, y los participantes con dieta alta en carbohidratos comieron un 55 % de carbohidratos y un 20 % de grasas.
Descubrieron que quienes siguieron una dieta baja en carbohidratos en comparación con quienes siguieron una dieta alta en carbohidratos experimentaron mejoras en las respuestas agudas y máximas de las células beta que fueron dos veces y un 22 % mayores, respectivamente. Dentro de cada grupo racial, los adultos negros con una dieta baja en carbohidratos experimentaron mejoras de un 110 % mayores en la respuesta aguda de las células beta y los adultos blancos tuvieron mejoras en la respuesta máxima de las células beta que fueron un 48 % mayores que sus respectivas contrapartes con la dieta alta en carbohidratos.
"Se necesitan más investigaciones para determinar si una dieta baja en carbohidratos puede restaurar la función de las células beta y conducir a la remisión en personas con diabetes tipo 2”, concluyen.