El Gobierno de Francia ha publicado dos análisis con las opiniones de expertos acerca de las dietas vegetarianas. En el primero de estos trabajos, se estudió los beneficios y riesgos para la salud asociados con las dietas vegetarianas a través de una revisión sistemática de estudios epidemiológicos. En el segundo, se propuso pautas dietéticas específicas para personas que siguen una dieta vegetariana, o que quisieran adoptarla, para que puedan optimizar su ingesta nutricional teniendo en cuenta sus hábitos alimentarios y limitando su exposición a contaminantes.
Para este trabajo, y para tener en cuenta los cambios en los hábitos alimentarios, las autoridades sanitarias del país galo realizaron una evaluación específicamente dirigida a adultos que siguen una dieta vegetariana.
El término "vegetariano" designa dietas que excluyen el consumo de toda carne animal (carne, pescado, moluscos, crustáceos, etc.). Por tanto, incluye a los ovo-lacto-vegetarianos, que consumen huevos y productos lácteos, y a los veganos, que excluyen todos los alimentos de origen animal.
Así, estas nuevas pautas dietéticas tienen como objetivo ayudar a las personas que siguen una dieta vegetariana a satisfacer sus necesidades nutricionales y, al mismo tiempo, reducir el riesgo de enfermedades crónicas y la exposición a contaminantes.
La primera experiencia tuvo como objetivo identificar vínculos epidemiológicos entre diferentes tipos de dietas vegetarianas y la salud, mediante una revisión sistemática de publicaciones científicas. Aunque el nivel de evidencia es moderado, esta revisión demostró que una dieta vegetariana se asocia con un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, en comparación con una dieta no vegetariana.
Durante este estudio también se observó, pero con un bajo nivel de evidencia, que los vegetarianos, en comparación con los no vegetarianos, tienen un menor riesgo de desarrollar ciertas patologías: cardiopatía isquémica, trastornos ovulatorios, ciertos cánceres (próstata, estómago, sangre) y ciertas enfermedades oftalmológicas y gastrointestinales. Por otro lado, presentan mayor riesgo de fracturas óseas e hipospadias (malformación congénita de la uretra), también con un bajo peso de evidencia.
Por otro lado, los estudios epidemiológicos muestran finalmente que los vegetarianos tienen un estado nutricional menos favorable en términos de hierro, yodo, vitaminas B12 y D, así como en el equilibrio fosfocálcico, que los no vegetarianos. Además, también se observó un estado nutricional menos favorable en vitamina B2 para los veganos.
En una segunda evaluación, los científicos elaboraron pautas dietéticas para que los vegetarianos puedan cubrir mejor sus necesidades nutricionales sin dejar de acercarse a sus prácticas de consumo. En cuanto a la población general, se utilizó una herramienta de optimización combinando datos de consumo, referencias nutricionales y datos de contaminación de alimentos.
Este trabajo de optimización pone de manifiesto la dificultad para cubrir las necesidades nutricionales de determinados ácidos grasos omega-3 (EPA, DHA) y vitamina D para los vegetarianos en general, a lo que se suma, para los veganos, la dificultad para cubrir las necesidades nutricionales de vitamina B12 y zinc en los hombres. Estos resultados podrían contribuir al trabajo europeo en curso sobre medidas de gestión relacionadas con los complementos alimenticios y el enriquecimiento de alimentos.
De manera más general, la presencia de contaminantes en los alimentos es un problema importante que preocupa a todas las poblaciones, independientemente de su dieta. En este sentido, el Gobierno de Francia recuerda la necesidad de reducir las emisiones de contaminantes de origen antropogénico para reducir la exposición a las sustancias más persistentes en el medio ambiente, particularmente los metales.