Una nutrición adecuada es crucial para mejorar el rendimiento deportivo y favorecer la recuperación y la salud general. Y, además, también es clave para reducir el riesgo de lesiones, especialmente en mujeres.
Esta es la conclusión de un estudio en el que se ha hecho una revisión sistemática de casi 6.000 corredores. Concretamente, los investigadores examinaron la relación entre la dieta y las lesiones relacionadas con el ejercicio en corredores de fondo adultos. Así, el estudio reveló que una menor ingesta de energía y grasas se asociaba fuertemente con un mayor riesgo de lesiones en las mujeres corredoras.
Además, el estudio también reveló que una dieta baja en fibra aumentaba la probabilidad de lesiones por estrés óseo tanto en hombres como mujeres.
En concreto, las corredoras lesionadas consumieron 450 calorías menos (~1900 kJ) y 20 gramos menos de grasa al día que sus contrapartes sanas. Además, tanto las corredoras como los corredores lesionados consumieron tres gramos menos de fibra en su dieta al día, en comparación con quienes se mantuvieron libres de lesiones. Curiosamente, la ingesta de proteínas, carbohidratos, alcohol y calcio de los participantes en el estudio no influyó en el riesgo de lesiones.
En este contexto, la dietista deportiva y autora del estudio, Erin Colebatch, afirma que la nutrición juega un papel crucial en la reducción del riesgo de lesiones. “Correr largas distancias es una actividad popular para muchas personas, ayudándolas a mantenerse sanas y en forma. Sin embargo, alrededor del 50 % de los corredores adultos sufren lesiones relacionadas con la carrera”, comenta la dietista.
“La nutrición es clave para optimizar el rendimiento deportivo, proporcionando la energía, el apoyo para la recuperación y la prevención de lesiones necesarias para mantener la resistencia y la salud general”, agrega. Sin embargo, “muchos corredores de largas distancias subestiman sus necesidades energéticas. Cuando no se alimentan adecuadamente, aumentan el riesgo de lesiones”. En este punto, Colebatch explica que “reconocer el impacto de la dieta en el riesgo de lesiones ayuda a minimizarlo”.
La doctora Alison Hill, también autora del estudio, señala que los profesionales sanitarios deben apoyar a las corredoras para que logren una ingesta suficiente de energía y grasas, a la vez que las orienten para que optimicen su consumo de fibra.
“Cuando los corredores no consumen suficiente energía, sus necesidades corporales no se satisfacen, lo que con el tiempo puede provocar problemas como la desmineralización esquelética, la pérdida de masa muscular magra, la fatiga y las fracturas por estrés”, indica la doctora.
“Si bien esta investigación ofrece información valiosa para corredores de todos los niveles, se necesitan estudios adicionales para explorar cómo estos hallazgos se aplican a una gama más amplia de capacidades atléticas”, finaliza Hill.