La enfermedad de Alzheimer (EA) se está convirtiendo rápidamente en una de las enfermedades más costosas y mortales de este siglo. El estrés oxidativo y la neuroinflamación están implicados en el deterioro cognitivo y la patología de la EA. En los últimos años, se ha prestado mucha atención al efecto beneficioso de los polifenoles sobre la cognición debido a sus actividades antioxidantes y antiinflamatorias.
La curcumina es una sustancia polifenólica presente en la cúrcuma y estudios previos de cohorte indicaron que su ingesta se asoció con una mejor función cognitiva global. Además, ensayos controlados aleatorios evaluaron el efecto de la curcumina en la cognición, pero con resultados inconsistentes. De esta manera, existe una necesidad de aclarar esta relación a futuro.
En este contexto, un grupo de investigadores reviso la bibliografía actual con el objetivo de evaluar el efecto de la curcumina en la cognición global y explorar la relación dosis-respuesta. Para ello, incluyeron 9 ensayos clínicos que englobaban a una cantidad de 501 sujetos.
Luego del análisis, los autores observaron que, en comparación con el placebo, la suplementación con curcumina mejoró significativamente la función cognitiva global. Asimismo, destacan la existencia de una relación dosis-respuesta no lineal, donde la dosis optima de curcumina para mejorar la cognición fue de 0,8 gramos/día. “Se ha informado que la curcumina tiene un efecto hormético, y algunos de sus efectos son mayores en dosis más bajas”, explican.
Por su parte, comentan que “la baja biodisponibilidad de la curcumina se ha considerado un obstáculo para su uso como agente terapéutico”. De esta manera, “la formulación de curcumina con alta biodisponibilidad sería la que puede considerarse una opción terapéutica para prevenir o mejorar la enfermedad de Alzheimer (EA)”.
Al tener en cuenta ciertas características de la población de estudio, revelaron que el análisis de subgrupos indicó que “la curcumina mejoró la cognición global en sujetos iguales o mayores a 60 años, pero no en participantes más jóvenes”. “El efecto beneficioso de la curcumina sobre la cognición en sujetos mayores también se observó en un metanálisis previo en 2019”, resalta el estudio.
Los investigadores mencionan que, debido a la biodisponibilidad limitada de la curcumina y al efecto más débil de una dosis demasiado alta, “una mayor duración de la suplementación puede ser una buena solución para obtener un efecto satisfactorio”. De hecho, se observó que “la curcumina mejoró significativamente la cognición global solo si la duración fue igual o mayor a las 24 semanas”.
Por su parte, los expertos encontraron que la curcumina es más efectiva en sujetos asiáticos que en sujetos europeos. “Suponemos que la diferencia genética entre grupos étnicos es una posible razón”, justifican.
Luego de revisar la literatura tambien advierten que “la curcumina con alta biodisponibilidad puede mejorar la cognición en personas con EA, mujeres con síndrome premenstrual y dismenorrea, y personas mayores sanas”. No se observó ningún efecto beneficioso sobre la cognición en personas con esquizofrenia, deterioro cognitivo inducido por quimioterapia, sobrepeso u obesidad, y aclaran que se necesitan más ensayos clínicos aleatorizados bien diseñados para verificar este resultado. “Por lo tanto, se debe tener precaución al generalizar los resultados a estas poblaciones”, resaltan.
El efecto mejorador de la curcumina en la cognición global tiene una base biológica. La curcumina es un polifenol que tiene una fuerte actividad antioxidante y antiinflamatoria. La patología de la EA está relacionada con el daño de los radicales libres, que actúa como una señal que contribuye a las interacciones de las proteínas β- amiloide y tau. De hecho, la evidencia indicó que “la curcumina puede disminuir la formación de placas β-amiloide y aumentar su descomposición, disminuir la fosforilación de tau y aumentar su tasa de depuración”.
En resumen, la nueva investigación demuestra que la suplementación con curcumina puede mejorar eficazmente la función cognitiva global, y la dosis óptima es de 0,8 g/día. El efecto beneficioso de la curcumina sobre la cognición es más evidente en participantes mayores y asiáticos que en los jóvenes y occidentales. Además, se recomienda una duración de la suplementación superior a 24 semanas para mejorar la cognición global.