Los huevos son una fuente importante de nutrientes esenciales como proteínas de alta calidad, vitaminas, minerales, ácidos grasos insaturados, colina y carotenoides, lo que resalta sus posibles beneficios para la salud en una dieta equilibrada.
Debido a su asequibilidad, valor nutricional e incorporación en una amplia variedad de cocinas regionales, los huevos pueden servir como una fuente beneficiosa de nutrientes para una amplia gama de poblaciones, incluidas aquellas con desventajas nutricionales y aquellas con recursos financieros limitados.
Evidencia previa demostró que reemplazar las calorías de alimentos básicos ricos en almidón con un huevo en países de bajos ingresos puede mejorar notablemente el valor nutricional de la dieta de un niño y reducir el retraso del crecimiento.
A pesar de sus beneficios nutricionales, el alto contenido de colesterol de los huevos (371 mg de colesterol/100 g de huevo, o 186 mg por 50 g de huevo de gallina/1 unidad) se ha abordado históricamente con cautela debido a las presuntas asociaciones con enfermedades cardiovasculares (ECV) y trastornos metabólicos. Sin embargo, las controversias en torno al consumo de huevos se extienden más allá de la salud cardiovascular y abarcan resultados como el cáncer, la diabetes y el riesgo de mortalidad por todas las causas.
Previamente las guías dietéticas, incluyendo las de la Asociación Americana del Corazón, el Colegio Americano de Cardiología y las Guías Dietéticas de los Estados Unidos, recomendaban limitar el colesterol en la dieta, incluyendo el consumo de huevos. Las guías dietéticas italianas sugerían consumir de dos a cuatro huevos a la semana, espaciados a lo largo de varios días. Por el contrario, la evidencia actual indica que el colesterol dietético proveniente de los huevos puede tener efectos limitados y clínicamente insignificantes sobre los niveles de colesterol en sangre y el riesgo cardiovascular.
De esta manera, es claro que, a pesar de las numerosas revisiones sistemáticas en la literatura, la relación entre el consumo de huevos y los resultados de salud sigue siendo un tema de intensa investigación y debate científico. En este contexto, una reciente investigación se propuso sintetizar la evidencia existente sobre el consumo de huevos y su asociación con diversos resultados de salud mediante la realización de una revisión general. La mismas incluyó 14 metaanálisis que abordaban dicha temática.
El estudio muestra que los resultados de mortalidad por todas las causas asociados con un consumo alto (1.07 huevo/día) vs. bajo (0.03 huevo/día) de huevos no revelaron ninguna asociación significativa. “Este resultado, combinado con la calidad críticamente baja de los estudios involucrados, subraya la necesidad de una interpretación cautelosa”, advierte.
De manera similar, el análisis que evaluó el impacto de consumir un huevo adicional por día en el riesgo de mortalidad por todas las causas también demostró evidencia débil, agravada aún más por la muy baja calidad de los estudios. “En consecuencia, el alto consumo de huevos no parece afectar negativamente el riesgo de mortalidad. Este resultado se alinea con las recomendaciones de las recientes Pautas Dietéticas de la American Heart Association, que no contraindican el consumo de huevos de hasta dos por día en adultos”, menciona.
Al investigar la relación entre el riesgo de mortalidad por ECV y su incidencia, no encontraron evidencia de una asociación entre el consumo alto frente al bajo de huevos, o con un aumento diario de un huevo. “Nuestros hallazgos coinciden con un reciente aviso de la American Heart Association que enfatizó la ausencia de una asociación significativa entre la ingesta de huevos y el riesgo de ECV”, señalan los expertos.
Un detalle interesante es que, observaron que la asociación entre la insuficiencia cardíaca y el consumo de huevos es evidente en la literatura exclusivamente en cohortes estadounidenses, mientras que, por el contrario, el consumo significativo de huevos generalmente se asocia con mejores resultados cardiovasculares en cohortes del norte y sur de Europa. “Esta variación geográfica puede sugerir que el consumo de huevos está influenciado por factores de estilo de vida no medidos, incluidos los patrones dietéticos, los niveles de actividad física y los hábitos culturales, que podrían afectar los resultados generales de salud”, explican.
Hasta la fecha, es bien conocido que los niveles altos de colesterol LDL son uno de los principales factores de riesgo para la ECV. En este sentido, el nuevo estudio hallo que el impacto del consumo alto de huevos (2,2 huevos/día) está débilmente asociado con un aumento de los valores de LDL-C, TC y ApoB-100, rodeado de una calidad muy baja de la evidencia. De hecho, dejan ver que análisis más amplios no han encontrado una asociación significativa entre la ingesta de huevos y los niveles de colesterol en sangre.
Por ejemplo, uno de los estudios incluidos en la revisión ha demostrado que un alto consumo de huevos (≥5 huevos/semana) no afecta negativamente los resultados lipídicos, especialmente dentro de un patrón dietético mediterráneo caracterizado por un alto consumo de pescado y fibra dietética en comparación con la dieta occidental. “Por lo tanto, es posible plantear la hipótesis de que los mayores consumidores de huevos también pueden participar en otros hábitos perjudiciales que conducen a un aumento en el LDL y el colesterol total, como la adopción de patrones dietéticos occidentales, ricos en grasas saturadas, especialmente de carne y productos cárnicos (por ejemplo, tocino con huevos, que es popular en los países occidentales)”, sugieren los autores.
Otro determinante importante de la salud es el riesgo de desarrollar cáncer. En este aspecto, han encontrado solo evidencia débil que vincula el consumo de huevos con el riesgo de cáncer, y la calidad general de los estudios evaluados fue muy baja. “Si bien algunos estudios sugieren una asociación entre el consumo de huevos y un mayor riesgo de cáncer, otros no han observado esta relación”, advierten.
En resumen, los investigadores resaltan que “la insuficiente calidad de la evidencia no respalda la limitación del consumo de huevos, lo que sugiere que estos pueden formar parte de una dieta saludable”. Esto subraya la necesidad de una investigación más exhaustiva y rigurosa para esclarecer la relación entre el consumo de huevos y los resultados de salud. “Hasta que se disponga de dicha evidencia, los hallazgos actuales, incluida la ausencia de asociaciones significativas, deben interpretarse con cautela”, concluyen.