La creatina se encuentra entre las ayudas ergogénicas más investigadas y comúnmente utilizadas tanto en atletas profesionales como recreativos. La suplementación combinada con entrenamiento de resistencia aumenta las ganancias en fuerza muscular y masa de tejido magro.
Mecanísticamente, la suplementación con creatina eleva la fosfocreatina del músculo esquelético (PCr) y las reservas de creatina libre, lo que facilita la resíntesis rápida de ATP durante el ejercicio. Además, influye en la hinchazón celular, la activación y diferenciación de las células satélite, las respuestas hormonales (como, factor de crecimiento similar a la insulina-1), los factores reguladores miogénicos, la cinética proteica, la inflamación y el estrés oxidativo, lo que puede mejorar aún más el rendimiento muscular y la recuperación. A pesar de estos beneficios establecidos, las afirmaciones de que la creatina conduce a la pérdida del cabello a través de un aumento en las hormonas andrógenas han persistido.
La testosterona y su metabolito más bioactivo, la dihidrotestosterona (DHT), pueden desempeñar papeles cruciales en la hipertrofia muscular y los efectos androgénicos. Un estudio realizado en atletas jóvenes masculinos encontró que la suplementación con creatina a corto plazo (3 semanas) mejoró la conversión de testosterona a DHT, aumentando potencialmente la DHT sérica.
Dado el papel bien documentado de la DHT en la calvicie de patrón masculino (alopecia androgenética), han surgido preocupaciones sobre si la suplementación con creatina podría acelerar la pérdida de cabello en individuos predispuestos. Además, algunos atletas han informado anecdóticamente haber experimentado pérdida de cabello mientras usaban creatina. Sin embargo, estos informes se basan en autoobservaciones subjetivas y ningún estudio controlado ha examinado sistemáticamente la posible relación entre la suplementación con creatina y la caída del cabello.
Aprovechando esta brecha de conocimiento, investigadores llevaron adelante un ensayo controlado aleatorio destinado a evaluar los efectos de la suplementación con creatina en la modulación de la hormona androgénica y su papel potencial en la pérdida de cabello. Para ello, reclutaron a 38 individuos entrenados en resistencia, los cuales recibieron 12 semanas de suplementación con creatina.
Los participantes fueron asignados aleatoriamente a un grupo con monohidrato de creatina (5 g/día) o placebo (5 g de maltodextrina/día). Cabe destacar que mantuvieron sus dietas y rutinas de entrenamiento habituales. Se tomaron muestras de sangre al inicio y a las 12 semanas para medir la testosterona total, la testosterona libre y la DHT.
El principal hallazgo fue que “no hubo efecto de 12 semanas de suplementación en comparación con placebo sobre los cambios en DHT o testosterona”. Además, los investigadores no observaron cambios a lo largo del tiempo entre grupos en ninguno de los resultados capilares. Tampoco se observaron cambios en la creatinina. “Estos hallazgos proporcionan evidencia para refutar la afirmación de que la creatina causa pérdida de cabello” destacan.
Los resultados contradicen hallazgos previos que mostraban un aumento en la conversión de testosterona a DHT, ya que no encontraron diferencias significativas entre las condiciones para la dihidrotestosterona (DHT) ni para la relación DHT:T. Explican que estas diferencias podrían estar relacionadas con variaciones en las metodologías aplicadas. Por ejemplo, el estudio actual no utilizó una fase de carga y tuvo una mayor duración (12 semanas frente a 3 semanas).
“Además, y en apoyo de la ausencia de diferencias en los niveles de andrógenos, no encontramos diferencias en ningún resultado capilar (recuento capilar, densidad, tasa de cabello anágena, tasa de cabello telógeno, unidades foliculares totales, tasa de cabello terminal, tasa de cabello velloso y grosor acumulado)”, mencionan los autores.
Cabe destacar que evidenciaron efectos principales significativos del tiempo para la testosterona (aumento) y la testosterona libre (disminución). “Especulativamente, estos hallazgos pueden estar asociados con la época del año, pero no parecen estar influenciados por la suplementación con creatina. Las evaluaciones se llevaron a cabo a finales del verano y en el primer mes de otoño. Investigaciones anteriores han reportado variaciones estacionales en los niveles de testosterona”, señalan.
El estudio advierte que una de sus limitaciones se basa en que solo duró 12 semanas; “es posible que un estudio de creatina a mayor plazo y en dosis más altas pueda alterar los andrógenos y el cabello”. Sin embargo, mencionan que “la dosis seleccionada es una dosis de creatina que se ingiere comúnmente, y no encontramos ninguna tendencia o evidencia de cambios en los resultados del cabello”.
En resumen, el artículo demuestra que “la suplementación con creatina parece ser un suplemento seguro”. No se observaron cambios en la creatinina tras 12 semanas de suplementación (5 g/día) en hombres jóvenes sanos que entrenaban en resistencia. Además, no hubo cambios a lo largo del tiempo entre los grupos en cuanto a los resultados capilares. “Estos resultados refutan la afirmación común de que la creatina causa calvicie”, concluyen los investigadores.