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Descubren prometedores efectos hepatoprotectores de la curcumina

Descubren prometedores efectos hepatoprotectores de la curcumina

Los hallazgos respaldan el uso de la suplementación con curcumina como posible estrategia terapéutica para la enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica
Cúrcuma
La curcumina es el principal compuesto bioactivo de la cúrcuma.

La enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD, por sus siglas en inglés) se define por la esteatosis hepática junto con al menos una afección, como obesidad, sobrepeso, diabetes mellitus tipo 2 (DM2) o marcadores de laboratorio de desregulación metabólica. El término MASLD fue introducido en 2023 por un panel internacional de expertos como reemplazo de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. 

 

Su incidencia ha aumentado junto con el incremento global de la obesidad, la DM2 y el síndrome metabólico, lo que convierte a la MASLD en la enfermedad hepática crónica más prevalente en todo el mundo. También contribuye cada vez más a afecciones hepáticas graves, como cirrosis, insuficiencia hepática y carcinoma hepatocelular. 

 

La patogénesis de MASLD es multifactorial, involucrando tanto influencias ambientales como predisposiciones genéticas. La esteatosis hepática se desarrolla principalmente a partir de la acumulación de ácidos grasos libres, que se originan de la circulación sistémica y fuentes dietéticas. La progresión de la enfermedad presenta respuestas de estrés hepático, estrés oxidativo, disfunción mitocondrial, activación de células estrelladas y alteraciones en la microbiota intestinal, todo lo cual perpetúa el daño hepático. 

 

La curcumina, el principal curcuminoide de la cúrcuma, tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias bien documentadas. De hecho, evidencia de ensayos clínicos recientes identificó que la curcumina posee propiedades hepatoprotectoras, antioxidantes, antiinflamatorias, antidiabéticas y reductoras de lípidos en humanos. Sin embargo, la mayoría de estos estudios fueron de duración relativamente corta, típicamente alrededor de 8 semanas. 

 

A pesar de estos prometedores hallazgos, el número de ensayos clínicos aleatorizados sobre la suplementación con curcumina sigue siendo limitado. Es por ello que un nuevo estudio se propuso como objetivo evaluar la eficacia de la curcumina en los parámetros inflamatorios y hepáticos en pacientes con MASLD. También evaluó sus efectos antioxidantes y de control de peso mediante un diseño doble ciego controlado con placebo para determinar su potencial como intervención terapéutica.

 

Para ello, 78 pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) y MASLD fueron asignados aleatoriamente para recibir curcumina (1500 mg/día) o placebo durante 12 meses. El resultado primario fue el cambio en los niveles del factor de necrosis tumoral (TNF). Los resultados secundarios incluyeron cambios en la interleucina-1 beta (IL-1β), interleucina-6 (IL-6), actividades de enzimas antioxidantes (glutatión peroxidasa, superóxido dismutasa), el marcador de estrés oxidativo malondialdehído, ácidos grasos no esterificados y parámetros hepáticos (esteatosis hepática y rigidez hepática). Las evaluaciones se realizaron al inicio y a los 3, 6, 9 y 12 meses.

 

La suplementación con curcumina demostró efectos hepáticos prometedores 

 

El análisis de los resultados revelo que una intervención con curcumina de 3 meses redujo significativamente los niveles de citosinas inflamatorias (TNF, IL-1β e IL-6) en pacientes con MASLD. Además, la suplementación disminuyo sustancialmente los niveles de malondialdehído y reforzó las defensas antioxidantes, como lo demuestra el aumento de las actividades de glutatión peroxidasa y superóxido dismutasa. 

 

Otro hallazgo interesante es que la curcumina redujo significativamente los niveles de ácidos grasos libres después de 6 meses de intervención en pacientes con MASLD. Los ácidos grasos libres elevados contribuyen a la acumulación de lípidos hepáticos, promueven la lipotoxicidad y aumentan el estrés oxidativo y la inflamación en los hepatocitos, exacerbando así la disfunción metabólica. Por lo tanto, los autores comentan que estos mismos “desempeñan un papel crítico en las alteraciones metabólicas que subyacen a la patogénesis de MASLD”. 

 

La suplementación con curcumina también produjo reducciones sustanciales en la circunferencia de la cintura y el IMC. Aunque los mecanismos exactos siguen bajo investigación, explican que las propiedades antiinflamatorias de la curcumina podrían contribuir a esta reducción del IMC. 

 

“Las propiedades antiinflamatorias de la curcumina pueden ayudar a restablecer el equilibrio metabólico al mejorar la sensibilidad a la insulina, modular las adipocinas y regular el metabolismo de los lípidos”, enfatizan. 

 

Por otra parte, los participantes que recibieron curcumina mostraron reducciones significativas en la HbA1c y la glucosa plasmática en ayunas a los 6, 9 y 12 meses en comparación con el placebo. La hiperglucemia crónica activa la vía NF-κB, lo que lleva a la producción de citocinas proinflamatorias como TNF, IL-1β e IL-6. La curcumina suprimió eficazmente los niveles de TNF y mejoró el control glucémico al reducir los niveles de glucosa e insulina en ayunas, independientemente de la pérdida de peso. “Estos hallazgos sugieren que la curcumina puede servir como un valioso complemento para el manejo del peso y el control glucémico en personas con obesidad”, sugiere el nuevo estudio

 

En cuanto a la rigidez hepática, si bien es un marcador no invasivo ampliamente utilizado de fibrosis hepática, es sensible a la inflamación del hígado. Por lo tanto, una rigidez hepática elevada podría reflejar actividad inflamatoria en lugar de cambios fibróticos reales, y las reducciones observadas podrían indicar principalmente “mejoras en la inflamación, más que una regresión definitiva de la fibrosis”. Según los investigadores, “las propiedades antiinflamatorias bien establecidas de la curcumina probablemente contribuyeron a estos cambios”.

 

En cuanto a la seguridad, mencionan que la curcumina ha sido bien tolerada en humanos en dosis de hasta 8000 mg/día, sin observarse toxicidad significativa. “Esto coincide con la dosis de 1500 mg/día de nuestro estudio, que no causó efectos adversos graves”. 

 

En resumen, el estudio demuestra que la curcumina, un compuesto bioactivo de la cúrcuma, exhibe prometedores efectos hepatoprotectores gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Los hallazgos respaldan el uso de la suplementación con curcumina como posible estrategia terapéutica para la MASLD. “Dada la falta de tratamientos aprobados por la FDA específicamente para la MASLD, la incorporación de la curcumina al manejo clínico podría ofrecer una alternativa segura y eficaz para la prevención y el tratamiento de la enfermedad”, concluyen. 

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