Una nueva encuesta realizada por el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC) revela un fuerte apoyo entre los dietistas-nutricionistas en España a las alternativas de origen vegetal a los lácteos, como bebidas y yogures elaborados con legumbres (por ejemplo, soja), avena, frutos secos (por ejemplo, almendras), arroz o coco, con un 88% de acuerdo en que estas alternativas de origen vegetal pueden formar parte de una dieta saludable.
Además, el 78% apoya la inclusión de las alternativas vegetales a los lácteos en las recomendaciones dietéticas para la población española. Sin embargo, las opiniones varían en cuanto a si las recomendaciones dietéticas deberían incluir solo alternativas vegetales a los lácteos fortificadas o cualquier versión.
Cada vez más personas en España y en toda Europa eligen opciones basadas en plantas, y las alternativas de origen vegetal a los lácteos, en especial las bebidas, están ganando popularidad. Por lo tanto, cada vez es más importante, tanto para los consumidores como para los profesionales de la salud, comprender cómo contribuyen dichas alternatives vegetales a una dieta saludable y sostenible. Aunque cuentan con un fuerte apoyo, las percepciones difieren sobre el valor nutricional de las alternativas de origen vegetal a los lácteos, su papel específico en la dieta, su necesidad de fortificación y su impacto en el medio ambiente, lo que subraya la importancia de unas pautas y comunicación más claras para apoyar recomendaciones informadas.
Entre las principales conclusiones de la encuesta realizada por el el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación, se encuentran las siguientes.
La mayoría de los expertos coinciden en que las alternativas vegetales a los lácteos no contienen lactosa (90 %) ni colesterol (68 %) y reconocen que su valor nutricional depende del tipo de vegetal utilizado (83 %).
El 81 % de los dietistas-nutricionistas cree que las alternativas vegetales a los lácteos deberían fortificarse con vitaminas y/o minerales.
Aproximadamente la mitad de los encuestados considera que las alternativas vegetales a los lácteos son nutricionalmente equivalentes a los lácteos, sobre todo cuando están fortificadas, mientras que el resto los considera superiores (15 %) o inferiores (24 %) o dice no saber (10 %).
El 40 % de los dietistas-nutricionistas que trabajan con clientes/pacientes recomiendan las alternativas vegetales a los lácteos a más del 30 % de ellos.
Aproximadamente la mitad (51 %) de los encuestados cree que las alternativas vegetales a los lácteos son más respetuosas con el medio ambiente que los lácteos, y los que sostienen esta opinión son más propensos a apoyar la inclusión de estos productos en las guías dietéticas nacionales.
Alrededor de la mitad de los dietistas-nutricionistas recomendarían las alternativas vegetales a los lácteos para aumentar la diversidad dietética o abordar cuestiones éticas y de sostenibilidad. Sin embargo, la mayoría de los expertos (87 %) citan la intolerancia a la lactosa, las alergias a los lácteos o el apoyo a las dietas veganas y plant-based (basadas en plantas) como razones clave.
Aunque la mayoría de los dietistas-nutricionistas reconocen los beneficios para la salud de las alternativas vegetales a los lácteos, seis de cada diez (61 %) creen que son más caros que los lácteos. Las opiniones sobre el sabor varían, con un 46 % que no está de acuerdo con la afirmación de que las alternativas vegetales a los lácteos son menos sabrosas que los lácteos.
Las percepciones sobre las alternativas vegetales a los lácteos varían mucho en cuanto a valor nutricional, procesamiento, impacto medioambiental y fortificación, lo que pone de relieve la necesidad de una educación más clara. Por ejemplo, mientras que solo el 17 % de las alternativas vegetales a los lácteos del mercado español están fortificadas con micronutrientes clave como el calcio o la vitamina D, los dietistas-nutricionistas estiman esta cifra en un 55 % de media, con estimaciones que oscilan entre el 10 % y el 100 %.
“Estamos asistiendo a un cambio real en la percepción de las opciones vegetales, no sólo por parte de los consumidores, sino también de los profesionales de la salud en los que confían. Esta investigación pone de relieve la creciente confianza en el papel de las alternativas de origen vegetal a los lácteos en una dieta saludable, al tiempo que muestra la necesidad de una información más clara sobre nutrición y fortificación”, señala Katerina Palascha, investigadora principal del EUFIC.
Finalmente, esta encuesta indica que el consumo personal y la familiaridad de los dietistas-nutricionistas con las alternativas de origen vegetal a los lácteos influyen significativamente en sus actitudes: aquellos que consumen regularmente alternativas vegetales a los lácteos son más propensos a recomendarlas a sus clientes/pacientes. Esta conexión subraya la importancia de unas pautas accesibles y actualizadas para ayudar a los consumidores a elegir y adoptar dietas equilibradas basadas en la evidencia.