La queuosina es un micronutriente similar a una vitamina que no se puede producir en el organismo, sino que solo se puede obtener de los alimentos y de las bacterias intestinales. Esta es vital para la salud, pero su importancia pasó desapercibida durante décadas.
Ahora, en un estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias , los investigadores han descubierto el gen que permite que la queuosina ingrese a las células, un descubrimiento que abre la puerta para la creación de posibles terapias para aprovechar el papel del micronutriente en la supresión del cáncer, la memoria y cómo el cerebro aprende nueva información.
“Durante más de 30 años, los científicos han sospechado que debía existir un transportador para este nutriente, pero nadie lo había encontrado”, afirmó Valérie de Crécy-Lagard, una de las investigadoras principales del estudio. “Lo hemos estado buscando durante mucho tiempo. Este descubrimiento abre un nuevo capítulo en la comprensión de cómo el microbioma y nuestra dieta pueden influir en la traducción de nuestros genes”.
La queuosina modifica las moléculas que ayudan a producir proteínas, llamadas ARN de transferencia, que son esenciales para decodificar el ADN del cuerpo. "Es como un nutriente que afina la forma en que el cuerpo interpreta los genes". "La idea de que este pequeño compuesto, del que apenas se ha oído hablar, desempeñe un papel tan importante, es fascinante", subraya.
El gen que permite el acceso a la célula también ha estado rodeado de misterio médico. “La identificación del gen SLC35F2, largamente buscado, sienta las bases para futuros estudios que podrían conducir al desarrollo de nuevos medicamentos, dado que este gen ya se ha estudiado en relación con la forma en que los virus y los medicamentos contra el cáncer penetran en las células, pero los científicos desconocían hasta ahora su función en un cuerpo sano”, menciona Crécy-Lagard.
“Sabemos desde hace mucho tiempo que la queuosina influye en procesos críticos como la salud cerebral, la regulación metabólica, el cáncer e incluso las respuestas al estrés, pero hasta ahora no sabíamos cómo se recupera del intestino y se distribuye a los miles de millones de células humanas que la absorben”, deja ver el nuevo estudio.
La queuosina es una molécula microscópica descubierta por primera vez en la década de 1970, pero durante años su papel en la salud humana pasó desapercibido hasta hace poco, y los investigadores involucrados en este estudio esperan que otros tomen nota del papel de este micronutriente en el panorama general de la salud del cuerpo.