La Sociedad Europea de Endocrinología Pediátrica, junto con la Sociedad Europea de Endocrinología y la Sociedad de Endocrinología, publica una declaración conjunta en la que expresa su profunda preocupación por el Paquete Ómnibus sobre Sustancias Químicas y el Plan de Acción sobre Sustancias Químicas propuestos por la Comisión Europea.
Si bien estas iniciativas se presentan como esfuerzos para simplificar la legislación y mejorar la competitividad industrial, la Sociedad Europea de Endocrinología Pediátrica advierte que “se corre el riesgo de debilitar significativamente la protección del consumidor y poner en peligro la salud pública, en particular la de las poblaciones vulnerables, como los niños y las mujeres embarazadas”.
La disminución de la protección seria hacia sustancias nocivas, en particular los disruptores endocrinos (EDC, por sus siglas en inglés) y las sustancias cancerígenas, mutagénicas y tóxicas para la reproducción (CMR). Muchas de estas sustancias se encuentran en productos de uso diario, incluidos los cosméticos, y están vinculadas a graves problemas de salud como el cáncer, la infertilidad, la obesidad y los trastornos del desarrollo neurológico.
Los expertos se oponen firmemente a los cambios propuestos al Artículo 15 del Reglamento sobre Productos Cosméticos, que debilitan las salvaguardias simplificando los criterios de derogación, permitiendo potencialmente la presencia de sustancias peligrosas en productos utilizados por niños.
Asimismo, se expresan en contra de la medida de eximir a las sustancias complejas naturales de las restricciones CMR, a pesar de su potencial toxicidad y de limitar las prohibiciones a sustancias dañinas a través de la exposición dérmica, ignorando los riesgos reales de inhalación e ingestión.
Dado el uso generalizado de cosméticos, especialmente entre mujeres embarazadas y niños pequeños, la sociedad pediatrica insiste en que "este reglamento debe mantener los más altos estándares de protección”.
En su declaración, las sociedades apoyan una restricción universal de PFAS, con excepciones únicamente para usos esenciales donde no existan alternativas. Los endocrinos abogan por “medidas regulatorias que consideren la persistencia de estas sustancias y exijan su prohibición inmediata en productos de consumo como cosméticos, materiales en contacto con alimentos y ropa de exterior”.
La Sociedad Europea de Endocrinología Pediátrica reafirma su compromiso de colaborar con las instituciones de la UE para garantizar que la normativa sobre sustancias químicas priorice la salud humana. Se compromete a llamar la atención de los responsables políticos sobre los riesgos de los EDC para la salud y el bienestar infantil, con el fin de concienciar y establecer un marco regulatorio que proteja eficazmente a los niños de la exposición nociva.