Las neuronas intestinales producen una molécula que desempeña un papel fundamental en la configuración de la respuesta inmunitaria intestinal durante y después de la inflamación, según un nuevo estudio. Los hallazgos sugieren que actuar sobre estas neuronas y las moléculas que producen podría abrir la puerta a nuevos tratamientos para la enfermedad inflamatoria intestinal y otros trastornos causados por la inflamación intestinal.
Cientos de millones de neuronas conforman el sistema nervioso entérico, el "segundo cerebro" del cuerpo, donde orquestan funciones esenciales del intestino, como el transporte de alimentos, la absorción de nutrientes y el flujo sanguíneo. Si bien este sistema es conocido por regular estos procesos fundamentales, su papel en el control de las respuestas inflamatorias intestinales ha permanecido mucho menos claro.
En su estudio , los investigadores se centraron en las células linfoides innatas del grupo 2 (ILC2), células inmunitarias que residen en el revestimiento intestinal. Su trabajo anterior reveló que las ILC2 son una fuente importante de un factor de crecimiento que cura los tejidos llamados anfiregulina y tienen la capacidad de recibir señales neuronales que modulan su función y pueden afectar la progresión y la recuperación de la enfermedad.
Los resultados sugieren que la función protectora de los tejidos de las ILC2 depende de la producción de una molécula llamada adrenomedulina 2 (ADM2) del sistema nervioso entérico; la administración de la molécula expandió este grupo de ILC2 y proporcionó un beneficio terapéutico en un modelo preclínico de enfermedad inflamatoria intestinal, mientras que la pérdida de la señalización de ADM2 exacerbó la enfermedad debido a la falta de estas células protectoras.
“El sistema nervioso entérico se ha descuidado durante mucho tiempo al pensar en cómo podemos resolver la inflamación intestinal perjudicial. Nuestro trabajo sugiere que podría existir un mecanismo neuroinmune previamente desconocido que impulsa las respuestas de curación intestinal”, explican los autores.
Además, los investigadores realizaron estudios translacionales en pacientes mediante el análisis de muestras de tejido y sangre humanas. Este análisis reveló que los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal presentaban una expresión elevada de ADM2 en comparación con los individuos de control y descubrieron que las ILC2 humanas estimuladas con ADM2 promovían directamente la producción de anfiregulina, un gen protector de los tejidos.
Estos hallazgos indican que “la comunicación entre el sistema inmunitario y el sistema nervioso identificada en ratones también está presente en humanos, lo que destaca al sistema nervioso entérico como una diana terapéutica prometedora para la enfermedad inflamatoria intestinal”
"Los resultados permiten nuevos conocimientos sobre cómo los sistemas inmunológico y nervioso se 'hablan' entre sí y coordinan procesos complejos, incluida la inflamación y reparación de tejidos, y ofrecen el potencial para nuevas terapias dirigidas a estas interacciones neuroinmunes", concluyen.