El Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de las Islas Baleares (Codnib) expresa que "el menú vegano no supone ningún problema nutricional o dietético para los usuarios del comedor escolar, y conforme a la normativa aplicable en Baleares, debería considerarse como una razón cultural para modificar el menú general".
El Codnib explica, basándose en normativa vigente, que el menú vegano en el centro escolar "implica una ingesta diaria que se complementa con las diferentes comidas a lo largo del día y de la semana, y por tanto, a nivel nutricional no hay ningún inconveniente para implementar este tipo de alimentación y que esta dieta sea saludable, suficiente, segura y sabrosa".
"No es responsabilidad del centro escolar el equilibrio nutricional de la alimentación de los niños, sino que esta responsabilidad es de las familias, que son las que planifican la mayor parte de las comidas del día, y complementan el almuerzo de la escuela con el desayuno, la merienda y la cena", aclara el Colegio en un informe publicado.
Según comentan, los alimentos de una dieta vegana "no deben implicar necesariamente un aumento del precio del menú", teniendo en cuenta que se eliminan alimentos de origen animal que suelen ser más caros que los de origen vegetal como las legumbres, semillas o frutos secos. Sin embargo, advierten que "parte del proceso de elaboración podría repercutir en el coste final".
Asimismo, el menú vegano no supone discriminación a ningún niño respecto a aquellos que utilizan el menú general, al igual que tampoco lo supone un menú adaptado para alergias e intolerancias.
"La opción de menús veganos y vegetarianos está disponible en numerosos centros educativos públicos, concertados y privados de Baleares, y se ofrecen sin problemas organizativos, económicos o funcionales del servicio de comedor", recoge el informe.
El Codnib también señala que el veganismo forma parte de culturas como el sijismo, una rama de hinduismo, en la que se elige no comer alimentos de origen animal por razones éticas. Por tanto, la decisión de las familias no se puede interpretar como una preferencia particular, sino como una razón cultural y ética.
"Una programación de menús vegetarianos o veganos puede cubrir las necesidades nutricionales de niños y jóvenes, a la vez que satisface diferentes opciones religiosas y culturales, además de evitar la complejidad que puede representar dar cobertura a demandas muy diversas, que muchas veces las cocinas no pueden asumir. Es decir, simplificar varios procedimientos que tengan características de necesidades similares", enfatizan.
Sin embargo, si las condiciones organizativas o de instalaciones y locales de cocina no permiten dar respuesta a los menús especiales, ya sean por condiciones de salud o culturales, éticas o religiosas, "será necesario facilitar los medios de refrigeración y calentamiento adecuados para que se pueda conservar y consumir el menú proporcionado por la familia".
Por último, el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de las Islas Baleares ha solicitado a las autoridades competentes, es decir, la Consejería de Educación y Universidades, y a la Consejería de Salud, que unifiquen criterios para establecer qué se debe entender como “razones culturales” a la hora de solicitar un menú adaptado al comedor escolar, y definan claramente las medidas de seguridad alimentaria y económicas en su caso, que deberían cumplir los centros para el manejo de las comidas aportadas por las familias en caso de que el centro no pueda realizar las adaptaciones del menú general para menús especiales por condiciones médicas, y que podrían ser de fácil aplicación para otros casos.