Investigadores de IMDEA Alimentación y la Universidad Europea de Madrid ponen en marcha un proyecto nacional que, por primera vez, incluye la salud pública e individual como una clave prioritaria en la adopción de dietas vegetales de alta calidad para mitigar el número de enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación y promover, al mismo tiempo, la sostenibilidad medioambiental.
El proyecto nace bajo la denominación GutPlantHealth para conectar salud humana y sostenibilidad medioambiental, y principalmente busca revelar el impacto real en la salud intestinal y la inflamación crónica de estas dietas basadas en plantas. Para ello, se buscan 200 personas voluntarias con patrones alimentarios diversos (veganos, vegetarianos y omnívoros) que quieran participar en el estudio principal y contribuir a la ciencia de la alimentación sostenible.
A partir de estos datos, se van a evaluar cómo los distintos patrones dietéticos afectan a la composición de la microbiota intestinal y los efectos fisiológicos sobre la salud, de cara a prevenir enfermedades asociadas a la alimentación. En esta investigación, se utilizarán las técnicas más avanzadas de biología de sistemas y aprendizaje automático como son los Organ-On-Chip, modelos experimentales de intestino en un chip que simulan de cerca las condiciones de la vida real y permiten el análisis de la estructura, función y patología del intestino humano, así como el cultivo conjunto de células humanas con microbios sin recurrir a la experimentación animal tradicional.
Este proyecto va más allá de centrarse únicamente en los nutrientes y la salud, y adopta un nuevo enfoque holístico que tiene en cuenta el impacto de las dietas en el medio ambiente, los factores socioeconómicos y otros aspectos culturales. Tal como afirma Laura J. Marcos, investigadora en Biología Computacional de IMDEA Alimentación y quien lidera el proyecto, este tipo de dietas vegetales "se asocian a un menor riesgo de obesidad, algunos tipos de diabetes, enfermedades cardiovasculares o ciertos tipos de cáncer, en comparación con las que conocemos como occidentales, ricas en azúcares, alimentos ultraprocesados y productos animales".
Sin embargo, la Dra. Marcos también apunta que, a día de hoy, para evaluar la sostenibilidad de una dieta también hay que conocer su eficacia nutricional "y todavía no se conocen los mecanismos de acción específicos mediante los cuales las dietas basadas en plantas modifican el microbioma intestinal, qué microorganismos están implicados y los efectos directos sobre la barrera intestinal", explica la investigadora. Las muestras recogidas en el estudio se utilizarán en modelos para evaluar los mecanismos fisiológicos que afectan directamente al estado de la barrera intestinal, con implicaciones para la inflamación y el desarrollo de diversas patologías asociadas a la dieta.
Este estudio supone una evolución en la política alimentaria, las directrices dietéticas y las estrategias de seguridad alimentaria. Según los últimos datos de Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año y solo en Europa, casi 370.000 fallecimientos están relacionados directamente con la alimentación. Por ello, este proyecto busca generar conocimiento clave para promover dietas más sostenibles y saludables a través de la investigación científica, donde el objetivo es establecer un "microbioma central" representativo de los efectos de los patrones dietéticos basados en plantassobre la composición y funcionalidad de la microbiota. Fue seleccionado en la última convocatoria de Proyectos de Generación de Conocimiento de la Agencia Estatal de Investigación, y cuenta con financiación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y Fondos Europeos.
GutPlantHealth propone aplicar herramientas de ciencia ciudadana (crowdsourcing) para dar respuesta a preguntas todavía en el aire como los factores que son considerados esenciales por la población española para adoptar una alimentación más sostenible o si se cuenta con la información suficiente para adherirse a estos patrones dietéticos de una manera nutricionalmente adecuada.
Buscan a hombres y mujeres entre 18 y 45 años con un índice de masa corporal (IMC) entre 19 y 25 kg/m².
Existen tres tipos de categorías, veganos: personas que han seguido una dieta sin carne ni productos de origen animal (lácteos, huevos) durante al menos 12 meses; ovolactovegetarianos: individuos que excluyen la carne pero consumen huevos y lácteos desde hace al menos 12 meses; y omnívoros: personas con una dieta variada que incluye productos animales y vegetales durante al menos 12 meses.
Los interesados pueden inscribirse en este enlace https://forms.office.com/e/9k6XcAcYeF